La crisis sanitaria puede ser una oportunidad para iniciar la transformación digital en el Perú. Sin embargo, un camino de mil pasos empieza con el primer paso.
Vivimos cambios tecnológicos muy acelerados y las disrupciones digitales demandan una transformación digital. Según el Índice de Madurez Digital (DMI), cerca del 30 % de las empresas presentan una madurez digital incipiente, debido a que no existe un responsable o no cuentan con una hoja de ruta determinada. Por otro lado, cerca del 66 % se consideran encaminadas en el proceso de transformación digital, que supera al 45 % que se registró el 2019.
Los principales problemas que supone la transformación digital para una empresa son la resistencia al cambio, el desconocimiento del verdadero significado de la transformación digital, los costos asociados y la falta de competencias y profesionales calificados. Recordemos siempre que la digitalización y la transformación digital son diferentes.
La digitalización solo es una parte de la transformación digital, que engloba a toda la empresa desde una perspectiva más orientada al consumidor, según Sergio Cuervo. Sin estos conceptos bien definidos, Cristian Castañeda advierte que la mayoría de intentos por conseguir una transformación digital acabarán por ser algún tipo de optimización digital. Ello puede ser positivo, pero la empresa debe iniciar cuanto antes su transformación digital para no quedar relegado por la competencia en poco tiempo.
La transformación digital se relaciona con un cambio cultural en la organización. Según la XVI Encuesta de Gerentes Generales, el número de gerentes generales que señalaron que buscan desarrollar un plan de transformación cultural ha retrocedido del 46 %, registrado el 2019, a un 42 %, registrado este año
Involucrar a toda la empresa en este cambio es complicado en las grandes corporaciones. Aun así, conviene realizar la pedagogía necesaria para que todos los trabajadores se comprometan con la transformación digital, colaboren de manera activa y sean ellos los llamados “agentes del cambio”.
Es necesario brindar a los trabajadores las herramientas que puedan facilitarles la flexibilidad y la agilidad necesarias para facilitar la comunicación y colaboración en línea. “No hay transformación digital si es que no hay cambio cultural. Se empieza primero por uno mismo y se trabaja en equipo”, asegura Mario Rodríguez, enterprise leads south SLT de Microsoft.
En tiempo de enormes flujos de información y una mayor capacidad tecnológica para procesarla, sería un error enfocarnos solo en la tecnología, mas no en el ser humano. Según la XVI encuesta de Gerentes Generales, el 2019, el plan de transformación digital en las empresas se encontraba relativamente más concentrado en la compra de tecnología y la designación de presupuesto. Ahora se han incrementado los CEO que designan un líder, crean un área o tienen equipos multidisciplinarios.