Benji Espinoza, el polémico abogado de Pedro Castillo, agitó el avispero al afirmar que la táctica de defensa que aplica con su cliente -para hacer frente a cinco investigaciones de la Fiscalía por ser cabecilla de una organización criminal-, es el “arte del engaño”, estrategia sacada del libro del Arte de la Guerra del general Sun Tzu.
La pregunta es: ¿a quién quiere engañar Benji con tan llamativa estrategia? ¿Quiere encandilar a la fiscal que sigue las investigaciones contra Castillo? ¿Intenta engatusar acaso a todo los peruanos, haciéndonos ver que el mandatario es inocente y por lo tanto una víctima de la derecha revanchista y de los medios de comunicación?.
¿Acaso intenta embaucar al propio Castillo, haciéndole creer que con su defensa y su “arte del engaño” puede salir triunfante de las investigaciones y acusaciones?
Benji sin duda se ha mimetizado con el personaje que representa: el abogado del diablo. Tanto así que se atreve a afirmar en los medios de comunicación que Castillo es un “perseguido” por los órganos del Ministerio Público. ¿Perseguido? Lo que no acaba de entender el abogado es que su cliente ha dejado muchas pistas o evidencias de delito.
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