En el cotidiano recorrido de la urbe, escuchamos los contentos y descontentos de nuestros paisanos. Y lo que alertó el intelecto o el sentido común de cualquier ciudadano piurano, es el comentario que se hace sobre la “sesuda” determinación del Ejecutivo al decretar de urgencia la suspensión del día 8 de octubre de 2020 como día feriado.
Para nosotros los piuranos, históricamente la presencia de Miguel Grau Seminario es el paradigma de honestidad, valentía, generosidad, heroísmo, democracia y amistad. Todos amamos a nuestro Héroe del Pacífico. Es más, es el paradigma del Perú y de todas las FF. AA. del mundo, y de sus pueblos. Nuestra Marina de Guerra se enorgullece de tener un gran héroe en sus filas.
Presidente Vizcarra, esa es nuestra realidad. ¿Cómo se le ocurre despojar del sentimiento peruano la no celebración de tan gloriosa fecha? Hay tiempo, ¡rectifíquense! Los analistas y expertos jurídicos ya les han demostrado que ustedes están incurriendo en un atentado contra la buena aplicación de la ley. “El Decreto de Urgencia 118 dado por el Estado sería ilegal porque vulnera la declaratoria de una ley y atenta contra los derechos de los trabajadores”
Señores del Poder Ejecutivo, les recuerdo con el sociólogo jurídico William Evan que toda ley, siempre, tiene que estar dotada de autoridad y prestigio.
¿Qué autoridad se arrogan ustedes para atentar contra el derecho no sólo de los trabajadores, sino también atentar contra el derecho de los ciudadanos de expresar sus sentimientos de identificación con su héroe? ¿Consideran ustedes prestigio desconocer la celebración del almirante Miguel Grau que no sólo está en el imaginario y la mentalidad del pueblo peruano, sino también en el sentimiento y el corazón de quienes tenemos como ejemplo a nuestro honorable paisano?
Asimismo, les recordamos, que toda nueva norma debe ser compatible y coherente con los principios culturales y jurídicos establecidos.