La trata de personas en Perú ha registrado un preocupante incremento en 2024, afectando principalmente a adolescentes y jóvenes mujeres. Según datos del Ministerio Público, el 71,8% de las víctimas son mujeres de entre 13 y 24 años, lo que refleja la vulnerabilidad de este grupo frente a las redes de explotación sexual y laboral.
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¿Qué es la trata de personas y por qué es un problema en Perú?
La trata de personas es un delito que implica la captación, transporte o explotación de individuos mediante engaño, coerción o abuso de poder. En Perú, las cifras son alarmantes: en 2024 se identificaron 1,112 víctimas, un aumento del 24,4% respecto a 2021, cuando se reportaron 894 casos. De estas víctimas, el 84,1% son mujeres y el 15,9% hombres, siendo las adolescentes (43,2%) y jóvenes de 18 a 24 años (26,6%) los grupos más afectados.
Este delito está vinculado al crimen organizado, que aprovecha las vulnerabilidades socioeconómicas y la falta de oportunidades para captar a sus víctimas. Regiones como Cusco y Madre de Dios destacan por su alta incidencia, con 193 víctimas en Cusco entre 2017 y 2024, de las cuales el 78,2% son mujeres. En Madre de Dios, la minería ilegal es un factor clave que impulsa la explotación laboral y sexual.
¿Cómo captan a las víctimas de la trata en Perú?
Las formas de captación son cada vez más sofisticadas. Según Carmen Montes, directora de Terre des Hommes Suisse, las víctimas son atraídas mediante falsas ofertas de trabajo, promesas de altos ingresos y oportunidades que parecen legítimas. Estas estrategias explotan las necesidades económicas, conflictos familiares y la falta de información, especialmente entre adolescentes.
Un factor emergente es el uso de redes sociales como herramienta de captación. Los tratantes aprovechan el anonimato y la información personal que las jóvenes comparten en línea para identificar vulnerabilidades y manipularlas. “Las redes sociales facilitan la construcción de relaciones de confianza falsas que terminan en explotación”, advierte Montes.
Principales formas de captación:
- Falsas convocatorias laborales: Promesas de empleos bien remunerados.
- Manipulación emocional: Creación de vínculos afectivos para ganar confianza.
- Uso de redes sociales: Identificación de víctimas a través de perfiles en línea.












