La Sunedu confirmó el cierre definitivo de siete universidades en 2025 tras determinar que no cumplían con las condiciones básicas de calidad exigidas por la Ley Universitaria. Esta medida, tomada luego de un extenso proceso de supervisión, deja a miles de estudiantes en un escenario de incertidumbre mientras se define su continuidad académica y la reubicación correspondiente.
PUEDES LEER ► Encuentran S/9 mil a una reclusa en el penal de Sullana: “Son mis ahorros”
¿Por qué la Sunedu ordenó el cierre de estas universidades?
Según la resolución publicada por la Sunedu, las instituciones afectadas presentan deficiencias recurrentes en infraestructura, gestión académica, investigación y servicios esenciales. El organismo identificó patrones que se repiten en todos los casos evaluados: laboratorios incompletos, edificios sin culminar, servicios básicos inestables e incluso ausencia de condiciones mínimas de seguridad.
Entre los problemas señalados también se incluyen la falta de documentación formal para operar, sedes sin habilitación y carencias sustanciales en la dotación de recursos educativos. A ello se suma la carencia de protocolos para emergencias, accesos deficientes a agua potable, internet y telefonía, así como espacios inadecuados para el desarrollo académico.
Universidades que cerrarán en 2025 por orden de Sunedu
El cronograma de cierre aprobado por la autoridad universitaria contempla siete instituciones en distintas regiones del país. Estas son:
- Universidad Alas Peruanas – marzo 2025
- Universidad José Carlos Mariátegui – abril 2025
- Universidad Peruana de Ciencias e Informática – abril 2025
- Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote – julio 2025
- Universidad Científica del Perú – agosto 2025
- Universidad Privada San Carlos – agosto 2025
- Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez – diciembre 2025
En todos los casos, la Sunedu determinó que estas instituciones no lograron superar las observaciones realizadas durante los últimos años, pese a haber contado con plazos para adecuarse a la normativa.
Deficiencias en infraestructura y servicios básicos
El informe técnico detalla que varias universidades operaban con locales alquilados, sin habilitación o con obras inconclusas. También se verificó la falta de laboratorios equipados, salones con condiciones mínimas de ventilación o iluminación y ausencia de servicios esenciales. Estas falencias comprometen directamente el desarrollo académico y la seguridad de los estudiantes.
En algunas sedes, los evaluadores encontraron construcciones paralizadas, talleres sin equipamiento funcional y espacios que no cumplían los estándares mínimos para la enseñanza universitaria. Estas condiciones fueron claves para determinar la inviabilidad de continuar operando.
Fallas en investigación y gestión académica
Otro punto crítico identificado por la Sunedu fue la incapacidad de varias instituciones para garantizar una política adecuada de investigación. Los informes evidencian la inexistencia de procedimientos para priorizar o supervisar proyectos científicos, mientras que la ejecución presupuestal destinada a este campo no superó el 10 % en muchos casos.
La situación del cuerpo docente también influyó en la decisión. La proporción de profesores a tiempo completo no alcanzaba el 25 % mínimo exigido por ley. Además, se identificaron docentes bachilleres fuera de plazo y ausencia de concursos públicos de méritos para nuevas contrataciones, lo que afecta la calidad del servicio educativo.
Servicios estudiantiles limitados o inexistentes
Los reportes de la Sunedu señalan serias carencias en los servicios complementarios que las universidades deben ofrecer. Actividades deportivas, espacios culturales, asesoría médica y programas de apoyo ambiental funcionaban de manera irregular o no existían. Varias instituciones tampoco asignaron presupuesto para sostener estas iniciativas.
A ello se suma el funcionamiento deficiente de bolsas de trabajo y convenios de empleabilidad. En muchos casos, estos programas operaban con alcance limitado, sin beneficiar por igual a todas las sedes o carreras, y sin mostrar resultados reales en la inserción laboral de los egresados.
Problemas de transparencia y acceso a la información
La supervisión también detectó portales institucionales con datos incompletos, desactualizados o inconsistentes. Esta falta de transparencia afecta la fiscalización del uso de recursos y limita el derecho de los estudiantes a conocer información clave sobre su formación académica.
La actualización irregular de los portales impidió a los estudiantes acceder a información precisa sobre mallas curriculares, número de docentes, sedes autorizadas y procedimientos administrativos. La Sunedu considera este aspecto esencial para garantizar la confianza en una institución educativa.
¿Qué pasará con los estudiantes tras el cierre?
Todas las universidades involucradas deberán ejecutar sus planes de cierre, los cuales incluyen medidas obligatorias para asegurar la continuidad académica de los estudiantes. Las instituciones están obligadas a facilitar la reubicación en universidades licenciadas, entregar certificados, constancias y grados académicos, además de mantener canales de comunicación activos durante el proceso.
La Sunedu supervisará que cada etapa se cumpla conforme a la normativa, con el fin de evitar perjuicios a los alumnos. Sin embargo, muchos estudiantes han manifestado preocupación ante los posibles retrasos en sus estudios, los cambios de ciudad o los costos adicionales que podrían surgir.
Suscríbete a nuestro RSS