El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha emitido un nuevo aviso meteorológico N.º 097 (nivel naranja), alertando sobre la continuación de fuertes lluvias en la costa norte y sierra del Perú hasta el 31 de marzo. Este evento meteorológico incluye precipitaciones en forma de lluvia, nieve, granizo y aguanieve, que podrían causar serios inconvenientes en diversas regiones del país.
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Las intensas lluvias afectarán principalmente a los departamentos de Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Pasco, Piura, Puno y Tumbes. Según el Senamhi, se esperan acumulados de lluvia superiores a los 45 mm/día en la costa norte y alrededor de 25 mm/día en la sierra norte, con valores cercanos a 16 mm/día en la región centro y 18 mm/día en el sur.
¿Cuáles son las regiones más afectadas por las lluvias?
Las precipitaciones más intensas se registrarán en la costa norte, afectando especialmente a los departamentos de Piura, Lambayeque y Tumbes. Estas lluvias no solo generan inundaciones, sino también un aumento significativo del caudal de los ríos, incrementando el riesgo de huaicos y deslizamientos en las zonas vulnerables.
Por otro lado, en la sierra peruana, se reportarán lluvias acompañadas de granizo y nieve, principalmente en localidades por encima de los 4,000 m s. n. m. en la sierra centro y sur. Las ráfagas de viento con velocidades cercanas a 35 km/h y las descargas eléctricas también podrían provocar daños en infraestructuras y afectar la seguridad de la población.
Recomendaciones del Indeci ante las fuertes lluvias
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha hecho un llamado urgente a las autoridades locales y regionales para que revisen y aseguren que las rutas de evacuación estén despejadas y correctamente señalizadas. Es fundamental que la población pueda dirigirse de manera segura a zonas altas y seguras ante la posibilidad de deslizamientos y huaicos.
El Indeci también ha recomendado que las comunidades revisen y refuercen el techo de sus viviendas, especialmente en las zonas rurales y periurbanas, donde las estructuras suelen ser más vulnerables. Asimismo, ha sugerido implementar un sistema de alerta temprana, utilizando herramientas como silbatos, campanas, alarmas y sirenas, en coordinación con las autoridades locales.
¿Cómo se puede prevenir el impacto de las lluvias intensas?
Para minimizar los riesgos ante este fenómeno meteorológico, el Indeci ha proporcionado las siguientes recomendaciones:
- Verificar que los desagües y canaletas estén limpios y libres de escombros.
- Revisar y reforzar techos y paredes para evitar filtraciones y derrumbes.
- Contar con un kit de emergencia que incluya agua potable, alimentos no perecibles, linternas y botiquín de primeros auxilios.
- Establecer planes de evacuación familiar y puntos de encuentro seguros.
Monitoreo y acción del COEN ante la emergencia
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), en coordinación con el Indeci, está monitoreando de manera constante las zonas afectadas por las fuertes precipitaciones. El objetivo es brindar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier eventualidad, asegurando que las autoridades regionales y locales reciban el apoyo necesario.
El COEN ha resaltado la importancia de mantener la comunicación constante con los municipios y gobiernos regionales para asegurar que los centros de salud, comisarías y compañías de bomberos estén operativos y accesibles durante esta temporada de lluvias.
Impacto de las lluvias en la infraestructura y economía local
Las lluvias intensas no solo afectan la seguridad de la población, sino que también tienen un impacto considerable en la infraestructura y la economía. Las vías bloqueadas por huaicos y derrumbes dificultan el transporte de productos, afectando directamente a los productores agrícolas y comerciantes.
En muchas zonas rurales, las pérdidas en cultivos y la imposibilidad de transportar los productos a los mercados están generando serias pérdidas económicas. Asimismo, el deterioro de las infraestructuras públicas, como escuelas y centros de salud, limita el acceso a servicios básicos esenciales.
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