La congresista de Fuerza Popular, María Elena Moyano y su colega de María del Carmen Alva expresaron duras críticas a la gestión que viene realizando el premier Gustavo Adrianzén. Ambas coincidieron en que ha demostrado una falta de capacidad para conducir políticamente el gabinete ministerial, sobre todo en situaciones de alta sensibilidad, como la creciente inseguridad ciudadana.
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Moyano sostuvo que el premier debería “poner las barbas en remojo” por su débil respuesta ante temas clave como la criminalidad. En tanto, Alva señaló que Adrianzén se ha comportado más como un escudero político de la presidenta Dina Boluarte que como un articulador del Ejecutivo, y consideró que debería dar un paso al costado para facilitar la renovación del Consejo de Ministros.
Caso Pataz y rechazo al posible cierre del Congreso
Ambas legisladoras también cuestionaron el manejo del caso Pataz, donde fueron asesinados trece mineros. Moyano criticó que el premier inicialmente negara los secuestros reportados, lo que, según dijo, provocó una respuesta tardía del Estado. Alva añadió que la población no percibe resultados concretos del gobierno y que la desconfianza ciudadana crece ante la falta de acciones visibles.
Un punto especialmente polémico fue la advertencia de Adrianzén sobre un posible cierre del Congreso en caso de una nueva censura a su gabinete. Las congresistas rechazaron de manera tajante esta declaración. Moyano la calificó como “una amenaza inaceptable”, mientras que Alva consideró que refleja un tono “antidemocrático” por parte del jefe del gabinete.
Este mensaje, lejos de disuadir a los legisladores, habría provocado el efecto contrario, llevando incluso a algunos indecisos a reconsiderar su voto a favor de la censura, señalaron.
¿Censura inminente?
Moyano informó que la bancada de Fuerza Popular analizará internamente las cuatro mociones de censura presentadas contra el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, y adoptará una decisión por mayoría, la cual será asumida de manera colectiva. Moyano subrayó que en su grupo parlamentario no existen imposiciones personales y que, como es habitual, el voto será uniforme tras alcanzar un consenso interno.











