La violencia en el Perú ha alcanzado niveles críticos en 2025, con un impacto devastador en los menores de edad. Según el Sistema de Información de Defunciones (Sinadef), entre el 1 de enero y el 26 de agosto de 2025, se registraron 67 homicidios de niños y adolescentes, la cifra más alta en los últimos ocho años. Este preocupante aumento de la criminalidad pone en evidencia la vulnerabilidad de los más jóvenes frente a la inseguridad ciudadana.
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¿Por qué aumentan los homicidios de menores en Perú?
Los datos del Sinadef revelan que 2025 se ha convertido en el año más violento para los menores de edad desde 2017. De los 67 asesinatos registrados, 52 corresponden a adolescentes y 15 a niños, lo que refleja un incremento significativo en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en 2017 se reportaron 25 casos, en 2022 la cifra alcanzó los 52, y en 2024 se registraron 47. Este año, la criminalidad organizada y la falta de políticas efectivas han disparado las cifras, superando cualquier registro previo.
Adolescentes: las principales víctimas
Los adolescentes representan más del 77% de los homicidios de menores en 2025, según el Sinadef. Esta tendencia destaca su exposición a contextos de violencia extrema, como enfrentamientos entre bandas, sicariato y disputas territoriales. Los niños, aunque en menor proporción, también enfrentan riesgos significativos, con 15 asesinatos que superan los promedios de años anteriores. La falta de protección y la proliferación de armas en el mercado negro agravan esta situación.
Casos de violencia que estremecen al país
Uno de los casos más impactantes ocurrió el 19 de agosto en Huaura, donde un niño de ocho años perdió la vida tras recibir dos disparos en un ataque dirigido a un presunto criminal. Los sicarios dispararon 27 veces, dejando al menor como víctima colateral mientras esperaba en un puesto de comida rápida. Al día siguiente, en Juliaca, un niño de nueve años fue encañonado por siete delincuentes que irrumpieron en su vivienda, desvalijándola y disparando contra los vecinos.
Asaltos violentos en Lima
En Villa El Salvador, un niño fue amenazado con un arma en una pollería durante un asalto, una escena que refleja el terror que viven las familias peruanas. En San Martín de Porres, una estudiante fue atacada cerca del mercado de Caquetá, desmayándose tras ser jaloneada por un delincuente que le robó su celular. Estos episodios muestran cómo la inseguridad ciudadana afecta a los más vulnerables en espacios cotidianos.
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