La fiscal de la Nación, Zoraida Avalos, acudirá este martes 28 de diciembre a Palacio de Gobierno para tomar el testimonio del presidente Pedro Castillo. En un inicio, la diligencia estaba programada para el miércoles 29, pero se adelantó por la agenda de trabajo del mandatario, según informó el Ministerio Público a través de sus redes sociales.

Desde las 11 a.m., el jefe de Estado brindará su testimonio sobre el proceso de ascensos en las Fuerzas Armadas. Como se conoce, el pasado 11 de noviembre, la fiscal abrió investigación contra el hoy exministro de Defensa Walter Ayala Gonzales, el ex secretario general de Palacio, Bruno Pacheco y los que resulten responsables por los presuntos delitos de abuso de autoridad y patrocinio ilegal por presuntos ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas.

Prerrogativos presidenciales

César Azabache, exprocurador anticorrupción, explicó en RPP que por ser el presidente de la República, la fiscal se dirigirá a la dirección que ha marcado el mandatario, porque existen reglas que ponen ciertas prerrogativas. Eso sí, aclaró que no existe el procedimiento de pedir las preguntas con antelación por escrito.

El abogado del jefe de Estado, Eduardo Pachas, señaló que no necesariamente tiene que ir Zoraida Ávalos, ya que puede designar a un encargado; sin embargo, a esta hora no conocen quién será. “Ingresará por la puerta principal y se le dará todas las facilidades”.

El jurista confirmó que no hay pliego, sino que las preguntas serán de forma directa, por principio de mediación. Pachas estima que el interrogatorio debe durar entre una hora y media y dos horas.

Puede guardar silencio

Según explica Azabache, hay dos opciones para alguien que declara ante un fiscal, se mantiene en silencio o declara. “Nuestra legislación le ofrece a quien está imputado de un delito la oportunidad de defenderse. Pero formalmente el presidente no está imputado, solamente es un testigo”, apuntó.

Si bien el silencio es una opción para Castillo, el exprocurador señala que recordemos que no estamos hablando de un ciudadano cualquiera, sino del presidente de la República, “bajo ese punto de vista no es apropiado que se mantenga en silencio. El presidente de la República como el principal magistrado del país, configura la institución que representa en cada acto público que desarrolla. Con su investidura sería inapropiado guardar silencio”.

La estrategia de la defensa

Pachas señaló la noche del lunes que no hay nada irregular en las conversaciones por WhatsApp que el presidente sostuvo con los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Para Azabache, esto es poco convincente porque hay mensajes con textos claros y precisos: “en uno de ellos se habla de los ascensos que estaban en debate, en otro mensaje empodera a Bruno Pacheco para desarrollar coordinaciones relacionadas a los ascensos, y las conversaciones de la contraparte indican que el sr. Pacheco pidió expresamente que determinados oficiales sean ascendidos”.

Las preguntas esperadas

Azabache aseveró que un fiscal promedio debería preguntar primero sobre las disposiciones expresas que se han dado desde las presidencia a sus subordinados para cumplir con las reglas de prevención y transparencia, cuáles son las instrucciones a Pacheco para que entre en relación con los el Comandante General o el jefe de la Policía Nacional del Perú. cómo procedió él respecto a la información.

Otro punto importante para el exprocurador es el que se refiere al comportamiento posterior. “Porque hay personas que han dejado las armas, que han sido cesadas, entonces debemos suponer que el señor Castillo tiene informes y razones que justifican los cambios. Si es así, supongo que la fiscal pedirá los documentos. Es un espacio donde los lugares comunes no funcionan, la fiscal debe abordar todos estos aspectos”.

Vía Infobae