Los principales gremios de transporte del país confirmaron que acatarán un paro nacional de 24 horas el próximo martes 4 de noviembre, en protesta por el incremento de asesinatos contra conductores y la ausencia de medidas efectivas del Estado frente a la ola de inseguridad que afecta al sector.
La convocatoria fue anunciada y ratificada por Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria de Transporte (CIT), y Miguel Palomino, presidente de la Asociación Nacional de Conductores, durante una entrevista concedida al programa Cuentas Claras de Canal N. Ambos dirigentes señalaron que la paralización busca llamar la atención del Gobierno ante la falta de resultados concretos en materia de seguridad y cumplimiento de compromisos asumidos previamente.
Dos asesinatos en 48 horas provocaron indignación en el sector
El anuncio del paro ocurre pocos días después del asesinato de dos choferes: Leoncio Sandoval, trabajador de la empresa Mariscal Cáceres, y José Esquivel, conductor de Liventur. Ambos fueron víctimas de sicarios en un lapso de solo 48 horas, según denunciaron sus respectivos gremios.
Estos hechos, de acuerdo con los dirigentes del transporte, reflejan el creciente nivel de violencia que enfrentan los trabajadores del rubro en distintas regiones del país. “No podemos seguir poniendo en riesgo la vida de nuestros compañeros. El Estado debe asumir su responsabilidad y actuar de manera coordinada”, expresaron los voceros.
¿Cuál es el motivo del paro de transportistas del 4 de noviembre?
El paro nacional del 4 de noviembre fue convocado en respuesta a la falta de cumplimiento de acuerdos firmados entre el Gobierno y los gremios de transporte, así como al aumento de los ataques criminales contra choferes y empresas del sector.
Según Martín Ojeda, la medida de fuerza fue adoptada por decisión unánime de las bases, que exigen acciones concretas y no solo compromisos en el papel.
“Las bases decidieron un paro de 24 horas como acto de protesta. No es un movimiento político, es un grito de respeto a los fallecidos”, señaló Ojeda.
El dirigente agregó que la fecha del paro no fue elegida al azar. Explicó que el 30 de noviembre vence el plazo para que el Ejecutivo cumpla tres compromisos asumidos en un acta firmada en abril y ratificada en octubre. Por ello, el 4 de noviembre se fijó como un “punto de alerta” para advertir que los gremios no continuarán tolerando la inacción estatal.
Exigen mayor presupuesto y medidas efectivas contra el crimen organizado
Entre las principales demandas de los gremios de transporte se encuentran:
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Incremento del presupuesto destinado a la lucha contra el crimen organizado, especialmente en zonas donde los asesinatos de conductores se han vuelto frecuentes.
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Mayor dotación logística y operativa para la Policía Nacional, a fin de garantizar patrullaje permanente y acciones preventivas.
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Aplicación efectiva de la ley de flagrancia, para acelerar los procesos judiciales contra delincuentes capturados en el acto.
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Aprobación de normas que permitan investigaciones más rápidas y efectivas, con coordinación entre la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Martín Ojeda cuestionó la falta de involucramiento del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en la asignación de recursos para enfrentar la violencia.
“Los fiscales, jueces y policías no tienen recursos. Mientras tanto, los sicarios sí los tienen. Necesitamos que el Estado priorice la seguridad de los transportistas y de todos los ciudadanos”, declaró.
Gremios llaman al diálogo, pero advierten que la medida se mantendrá
Pese a la contundencia del anuncio, los representantes de los gremios aseguraron que aún están abiertos al diálogo, siempre que exista voluntad política para cumplir los acuerdos pendientes. “Si el Gobierno convoca a una mesa técnica seria, con presencia de los sectores involucrados y plazos claros, evaluaremos la situación. Pero mientras no haya resultados, el paro sigue en pie”, indicó Miguel Palomino.
Por su parte, Ojeda reiteró que la protesta no busca perjudicar a la ciudadanía, sino exigir respeto y protección para un sector que transporta diariamente a millones de peruanos y que hoy se siente abandonado por las autoridades.











