El paro nacional de transportistas convocado para este martes 4 de noviembre ha generado un fuerte impacto en la provincia constitucional del Callao, donde el servicio de transporte público se mantiene parcialmente restringido debido a la protesta contra la ola de extorsiones y asesinatos que viene afectando al gremio.
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Callao con transporte limitado y refuerzo policial
Desde las primeras horas de la mañana, se evidenció una notoria reducción de unidades en las principales avenidas chalacas. En la intersección de Faucett con Venezuela, la Policía Nacional reforzó su presencia para garantizar el orden público. En días previos, incluso unidades de la Marina de Guerra del Perú habían brindado apoyo logístico en la zona ante posibles disturbios.
Entre las rutas más afectadas, destacan las líneas Pesquero, que redujo significativamente su circulación, y la ausencia total de vehículos pertenecientes al Consorcio Huáscar, Trasnasa y La 50, según el reporte del noticiero Buenos Días Perú de Panamericana Televisión.
Algunas líneas mantienen servicio parcial
No todas las empresas se sumaron completamente al paro. Usuarios informaron que las unidades de la línea Aquarius y del Grupo Diez S.A. sí mantuvieron operaciones, aunque con menor frecuencia, lo que permitió que parte del público pudiera desplazarse a sus destinos, pese a las limitaciones generadas por la medida de fuerza.
Por otro lado, La 50 había anunciado mediante un comunicado su suspensión temporal de operaciones, como muestra de respaldo al paro convocado por asociaciones de transportistas que exigen mayor seguridad y medidas efectivas contra la criminalidad.
Ventanilla: incremento de pasajes y escasez de transporte
La situación fue aún más crítica en Ventanilla, donde la escasez de unidades provocó un fuerte incremento en los precios de los pasajes. Testimonios recogidos por medios locales indican que algunos colectivos cobraron hasta S/10 por el trayecto hacia el aeropuerto Jorge Chávez, una tarifa muy por encima del precio habitual.
Desde la madrugada, el flujo vehicular se vio restringido, lo que generó congestión en los paraderos y largas filas de pasajeros en busca de transporte. Los usuarios habituales, acostumbrados a pagar entre S/1.50 y S/2.50, denunciaron que los precios se triplicaron o cuadruplicaron, calificando la situación de abusiva.
“No hay empatía con la gente. Cobran demasiado. Es un abuso. ¿Quién defiende a los ciudadanos?”, expresó un pasajero indignado ante las cámaras de televisión.
Afectación a miles de pasajeros y conexión limitada con Lima
El paro repercutió directamente en miles de chalacos que diariamente deben trasladarse desde Ventanilla hacia Bellavista, La Perla, Mi Perú y Carmen de la Legua, así como hacia diversos puntos de Lima Norte, entre ellos Los Olivos, Independencia y Comas.
La demanda insatisfecha de transporte público también incrementó la presión sobre los servicios alternativos, que aprovecharon la situación para aumentar sus tarifas. Esto generó demoras, molestias y dificultades para los usuarios que dependen del transporte urbano para acudir a sus centros de trabajo o estudios.
Contexto del paro
El paro de transportistas fue convocado en protesta por la inseguridad que enfrentan los conductores, especialmente en zonas del norte de Lima y el Callao, donde se han registrado múltiples casos de extorsión, amenazas y asesinatos vinculados al cobro de cupos por parte de organizaciones criminales.
Los gremios del sector exigen al Gobierno una mayor presencia policial, acciones concretas contra las mafias y garantías para poder operar sin riesgos. Hasta el momento, las autoridades no han anunciado medidas adicionales, aunque se espera que en los próximos días se evalúen alternativas para reforzar la seguridad en el transporte público.
Reacciones de los ciudadanos
Mientras tanto, los usuarios expresaron su frustración y preocupación por los sobrecostos y la falta de unidades. Para muchos trabajadores, la paralización implicó retrasos, pérdida de horas laborales y gastos imprevistos, en un contexto económico ya marcado por la inflación y el encarecimiento del transporte urbano.
El paro en el Callao se suma a otros focos de protesta registrados en distintas regiones del país, donde los transportistas reclaman acciones inmediatas frente al aumento de la delincuencia y la falta de respuesta estatal.
Con esta medida, el gremio busca visibilizar la grave crisis de seguridad que atraviesa el sector, mientras los ciudadanos esperan que las autoridades encuentren una solución rápida y efectiva que permita restablecer el servicio y garantizar el derecho al libre tránsito de los peruanos.










