El paro 11 de agosto de 2025 está convocado por los gremios del transporte urbano formal de Lima y Callao, en respuesta a un recrudecimiento de la inseguridad y las extorsiones que afectan a choferes, cobradores y empresarios.
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¿Qué implica el paro 11 de agosto de 2025?
Según fuentes oficiales de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra), liderada por Martín Valeriano, la medida incluirá a más de diez gremios y afectará a más de 50 empresas formales del transporte urbano en Lima y Callao. En conjunto, se espera la paralización de cerca de 20 000 unidades pertenecientes a unas 460 empresas del sector.
Desde septiembre de 2024, el sector formal enfrenta una ola de extorsiones, ataques y asesinatos. Según Anitra, al menos 30 casos mortales se han registrado desde esa fecha, sin que las autoridades hayan ofrecido soluciones efectivas.
Demandas y compromisos incumplidos
Los transportistas han exigido medidas como la instalación de cámaras de vigilancia en unidades, apoyo económico para familias afectadas, y coordinación efectiva entre Ejecutivo, Legislativo y Ministerio Público. A pesar de la instalación de mesas de trabajo, no se han avanzado resultados concretos.
¿Qué gremios y empresas se sumarán?
Anitra confirma que participarán en la protesta al menos diez gremios del transporte formal, aunque no se ha publicado un listado oficial. Se estima además que más de 50 empresas de transporte suspenderán actividades, consolidando un paro de amplia magnitud en la capital peruana.
Respuestas del Gobierno y contrapuntos
El ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval, declaró el 4 de agosto que no habrá interrupciones del servicio y que se tomarán medidas para garantizar la movilidad urbana. No obstante, Anitra sostiene que la protesta sigue en pie y que no retrocederán ante amenazas ni advertencias gubernamentales.
¿Cómo afectará a los usuarios?
Se anticipa que miles de usuarios se verán afectados por la reducción de unidades operativas, especialmente en horas punta. Durante paros anteriores, la adhesión fue parcial y muchas personas optaron por el teletrabajo o transporte alternativo, aunque se registraron subidas de pasaje en rutas afectadas por extorsiones.











