La presidenta Dina Boluarte brindará su último mensaje a la Nación luego de dos años en el poder, al cual ascendió luego del fallido autogolpe del presidente Pedro Castillo del 7 de diciembre del 2022. Para los analistas consultados, ya no se puede esperar mucho salvo que no toque el piloto automático de la economía, no intervenga en el proceso electoral y asegure una transición viable del país hacia el nuevo gobierno.
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Sobre grandes reformas y la lucha contra la inseguridad, aseguran, ya no hay tiempo y menos voluntad política de cambio. A decir de un analista, se vive un momento de apatía como el que viven los hinchas de un equipo de fútbol que pierde por goleada a falta de 10 minutos del final y solo esperan
el pitazo final.
“Lo que nos sostiene hasta ahora es el tema de los minerales. Así que debe ser un mensaje de tranquilidad, en el sentido de que la economía se va a seguir manteniendo y manejando como hasta ahora se ha hecho, prácticamente, en piloto automático. Y donde, el Banco Central de Reserva, es quien de alguna manera la maneja de forma prudente en sus decisiones”, sostuvo el exdecano del Colegio de Economistas, Williar Hidalgo.
Agrega que esa cierta solvencia del país se mantendrá mientras el mundo continúe con el cambio de matriz energética y demande más cobre.
“La economía peruana está funcionando en algo a pesar de las barbaridades que se hacen en el campo político. Entonces se necesita un mensaje de tranquilidad ante la posible incertidumbre de las elecciones, donde se diga que la economía se va a manejar de manera independiente sin interferencias. Hasta ahora estamos de suerte dado que los precios de los minerales no dejan de subir. Ese horizonte del Perú todavía se va a mantener en unos años, porque a nivel mundial está la fiebre de volverlo todo eléctrico”, apuntó el economista.
Fernando Huamán: «Facilitar la transición»
La presidenta tiene que dar un mensaje muy claro respecto a qué va a hacer el Ejecutivo para garantizar en la opinión pública […] la confianza en las instituciones de que pueden llevar adelante este proceso electoral. Tiene que ser una oportunidad para reencauzar el sentido de las instituciones políticas de nuestro país. […] Tiene que dar un mensaje de cómo es que de aquí hacia su fin del mandato, va a facilitar la transición.
El país necesita saber qué va a hacer ella para que el Perú sea viable. No hay una expectativa de grandes reformas, ni grandes iniciativas políticas en coordinación con un Parlamento, porque no tiene [bancada] y ella está supeditada a lo que diga el Parlamento, sino la pueden vacar. Hemos entrado en un escenario de apatía social.
Esto quiere decir que a la población le da igual lo que esté pasando. Somos los hinchas de un equipo que va perdiendo por goleada, que está en los últimos 10 minutos y estamos esperando que el árbitro toque el final. Es un momento de apatía política, porque va a empezar en un nuevo partido, que es la campaña política, por lo tanto lo que se espera es que el juego termine por lo menos sin expulsados, sin pleitos y sin lesionados.
Es importante que ese mensaje de 28 de julio no tenga 5 horas, porque lo único que va a ser es generar mayor apatía y rechazo. Es la última oportunidad que tiene la presidenta para dar un mensaje contundente. Es su discurso de despedida y la sociedad merece saber desde qué ha dejado. El mensaje no debe ser una bitácora de las obras o iniciativas de su gobierno sino que tiene que ser fundamentalmente un instrumento de comunicación con la ciudadanía y con las fuerzas políticas.
Manuel Asmat: «No queremos promesas»
Esperamos un mensaje más técnico y más aterrizado y no solamente promesas difusas. Esperamos pronunciamientos sobre aprobación, financiamiento y el estado situacional de los proyectos de Piura como Alto Piura, los hospitales, Vilcazán, agua para Talara, el proyecto del río, los drenajes.
Tenemos varios proyectos que dinamizarían la economía local y que por equis razones no avanzan como se espera Eso nos gustaría escuchar en el mensaje presidencial. En realidad, a estas alturas en que queda un poco más de un año de gestión, lo que debería enfocar la presidenta, no es tanto en ejecutar sino en dejar las bases sentadas para que el siguiente gobierno pueda ejecutar los grandes proyectos.
Podría iniciar una licitación, asignar un contrato o destrabar algún arbitraje. No va a poder inaugurar ninguno de esos proyectos que he mencionado, pero sí por lo menos dejar las bases para que la siguiente gestión pueda continuarlos.
La inversión del Ejecutivo en Piura, como siempre hemos dicho, ha estado postergada y continúa así. Los proyectos están, la solución de ingeniería está, pero lamentablemente no hay el financiamiento del gobierno central. Hay que hacer un llamado al gobierno nacional a que por fin ponga los ojos en Piura.
Orlando Vignolo: «Continuidad democrática»
La presidenta tiene que comprometerse a mantener una neutralidad política en una elección que va a ser compleja. No solo es compleja por la participación virulenta que habrá de la derecha y la izquierda, sino también porque habrá elección de senadores. El Senado va a tener un gran poder en el país. Tiene que haber una gran neutralidad de parte del gobierno, lo cual no existió en el gobierno de Sagasti.
El segundo tema central es mantener la continuidad democrática. Salvo la estupidez de Pedro Castillo con el autogolpe del 2022, hemos seguido la senda de por lo menos seis gobiernos democráticamente elegidos. Eso no había pasado en la historia del país y este gobierno tiene que cerrar eso bien.
Tiene que haber un compromiso institucional de ella y de las fuerzas armadas, de no tener ningún nivel de intervención. Sin embargo, lo más importante es el compromiso que debe tener la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial, de no meterse en las elecciones como han hecho en las últimas elecciones.
No pueden meter presos a los candidatos, no puede haber ningún tipo de afectación, ni denuncias extrañas. Esas cosas no pueden pasar de nuevo, porque eso le quita la posibilidad de una elección limpia. En ese periodo tiene que haber un compromiso de todos los poderes de la justicia de no meterse en el mundo electoral y la presidenta tiene que hacer cumplir eso.
Máximo Vargas: «No se espera nada en seguridad»
Uno de los principales problemas del país es la inseguridad ciudadana, sobre lo cual no vemos resultados a pesar de los discursos pomposos de la presidenta en los cuales dice que es un eje de su gobierno. Tenemos más de 1.148 muertes violentas, sin mencionar las extorsiones que han escalado de forma exponencial. Entonces, de la presidenta solo espero un discurso pomposo y bonito que al final no va a poder cumplir como todos los discursos que ella ha dado.
Seguramente, va a esgrimir algunos logros pero los mismos no revierten en la situación que vive el país en temas de inseguridad. No espero nada porque al final la presidenta no tiene la decisión ni voluntad política de revertir esto. Se esperaba que fortaleciera el Sistema Nacional de Inteligencia para luchar contra el crimen y mirar a los ojos a las organizaciones criminales.
Otra cosa que nos gustaría escuchar es que articule con todos los organismos del sistema de justicia como Poder Judicial, Ministerio Público, Policía, INPE, para que se fortalezca el tema de la seguridad ciudadana y la policía no esté capturando delincuentes, pero luego la Fiscalía y el PJ los liberen.











