El sábado 22 de junio, cerca de las 11:00 de la noche, un acto de violencia sacudió la estación Caja de Agua del Metro de Lima, ubicada en San Juan de Lurigancho. Delincuentes detonaron explosivos en el lugar, dejando a dos personas gravemente heridas y generando alarma entre los residentes y comerciantes cercanos. El fuerte estruendo alertó a la comunidad, desencadenando una rápida respuesta de las autoridades locales y de emergencia.
Los primeros en llegar fueron los efectivos policiales y el personal del Ministerio Público, quienes acordonaron la zona para garantizar la seguridad y preservar la escena del crimen. Mientras tanto, los servicios médicos de emergencia trasladaron a las víctimas heridas, Miguel Valentín Flores y Erick Pérez Díaz, a un hospital cercano para recibir tratamiento por quemaduras y otras lesiones. Afortunadamente, se espera que ambos se recuperen y puedan recibir el alta en las próximas semanas.
Las cámaras de seguridad ubicadas en la estación jugaron un papel crucial al proporcionar evidencia visual del incidente. Esta evidencia es fundamental para las autoridades en su investigación para determinar el tipo de explosivo utilizado y para identificar a los responsables del ataque. La Policía Nacional ha movilizado unidades especializadas en explosivos para analizar los restos y recolectar cualquier pista que pueda llevar al esclarecimiento del caso.
Aumento de la violencia en San Juan de Lurigancho
El incidente en la estación Caja de Agua se suma a una serie preocupante de actos delictivos que han sacudido el distrito de San Juan de Lurigancho en las últimas semanas. La comunidad ha sido testigo de un incremento en la violencia, incluidos varios casos de homicidio que han generado consternación y temor entre los residentes.
Recientemente, se reportó un nuevo caso de sicariato en la zona de Huáscar, donde un mototaxista fue asesinado a tiros mientras se encontraba en su paradero. La víctima, identificada como Maicol Aracely Sánchez, perdió la vida tras recibir múltiples disparos. La Policía sospecha que estos crímenes podrían estar relacionados con ajustes de cuentas o actividades de extorsión, y continúa investigando activamente para identificar a los perpetradores.
Entre los casos recientes se encuentra el asesinato de Christopher Huari Gómez, quien fue atacado a balazos mientras se encontraba con un amigo en su mototaxi. El incidente ocurrió repentinamente y los agresores huyeron rápidamente del lugar. Las autoridades están trabajando para determinar los motivos detrás de estos ataques y han intensificado sus esfuerzos para mejorar la seguridad en la zona.
Otro incidente fatal involucró a Martín Caminiti Quispe, un joven de 20 años que fue atacado a tiros mientras viajaba en mototaxi. Este tipo de violencia ha generado preocupación entre los residentes locales, quienes claman por medidas más efectivas para garantizar su seguridad y proteger a sus comunidades.
Las autoridades locales están comprometidas en mejorar la seguridad en San Juan de Lurigancho y en llevar a los responsables de estos crímenes ante la justicia. Mientras tanto, la comunidad sigue en alerta y espera acciones concretas para prevenir futuros actos de violencia y restaurar la tranquilidad en sus calles.