El pasado 21 de marzo, cientos de ciudadanos tomaron las calles de Lima en una multitudinaria protesta por inseguridad, motivados por el trágico asesinato del vocalista de Armonía 10, Paul Flores ‘Ruso’, ocurrido el 16 de marzo. La movilización, conocida como ‘No Queremos Morir’, reflejó el creciente malestar de la población ante la falta de medidas efectivas para combatir la delincuencia.
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La Policía Nacional del Perú (PNP) respondió con el cierre total de la Plaza San Martín, un punto histórico y emblemático para las concentraciones ciudadanas. Este cierre generó una ola de indignación entre los manifestantes, quienes expresaron su malestar ante lo que consideraron un intento de silenciar sus demandas.
¿Por qué se cerró la Plaza San Martín?
La decisión de cerrar la Plaza San Martín respondió al temor de las autoridades de que la movilización escalara en enfrentamientos. Sin embargo, esta acción fue percibida como una forma de minimizar la protesta por inseguridad, provocando el enojo de los asistentes.
Los manifestantes denunciaron que el gobierno de Dina Boluarte priorizó el control del orden público por encima de la seguridad ciudadana. «No nos escuchan, solo nos bloquean», expresó uno de los participantes de la marcha.
Figuras destacadas se suman al clamor popular
El impacto de la movilización fue tal que contó con la presencia de figuras políticas y artísticas. Entre los políticos, destacaron Indira Huilca, Marissa Glave, Tania Pariona y la congresista Ruth Luque de Cambio Democrático, quienes han sido críticas de la gestión de Boluarte.
Por su parte, el mundo del espectáculo también dijo presente. Artistas como Daniela Darcourt, Hermanos Yaipén y Armonía 10 se unieron a los manifestantes, pese a haber desconvocado inicialmente debido a la percepción de una marcha politizada. Finalmente, decidieron retractarse y apoyar activamente la movilización.
Críticas a la gestión de seguridad en el país
Una de las principales demandas de la protesta fue la salida del entonces ministro del Interior, Juan José Santiváñez, cuestionado por el aumento de homicidios y su constante confrontación con la Fiscalía. La excongresista Indira Huilca destacó la importancia del activismo ciudadano para lograr su censura: «Sin el rechazo popular, no se habría logrado sacar a ese señor».
La tasa de homicidios en el país ha superado las 400 víctimas en lo que va del año, con casos emblemáticos de extorsión y sicariato. Este preocupante escenario fue el combustible que encendió el descontento popular.
Movilizaciones en otras ciudades: Piura, Arequipa y Trujillo
La protesta no se limitó a Lima. En ciudades como Piura, Arequipa y Trujillo, cientos de ciudadanos también alzaron su voz contra la inseguridad.
- Piura: La Plaza de Armas fue el epicentro de las manifestaciones, con carteles que expresaban el clamor popular: «No dejemos que nos roben la dignidad» y «No queremos morir». El reconocido cantante Charlie Cardona, de Armonía 10, se sumó al pedido de justicia.
- Arequipa: El sindicato de Construcción Civil lideró la marcha, exigiendo mayor seguridad ante el incremento de hechos delictivos.
- Trujillo: Siendo una de las ciudades más golpeadas por la extorsión, el reclamo fue más contundente tras la detonación de explosivos frente a la sede del Ministerio Público el pasado 20 de enero.
¿Qué medidas se esperan tras la protesta?
La movilización dejó en evidencia el hartazgo de la población ante la inseguridad ciudadana. Los ciudadanos esperan una respuesta más allá de cambios ministeriales. Exigen un plan de seguridad integral, con mayor presencia policial y acción directa contra el crimen organizado.
Organizadores de la marcha anunciaron que, de no haber una mejora palpable en las políticas de seguridad, continuarán movilizándose. «No nos detendremos hasta recuperar la tranquilidad en nuestras calles», afirmaron.