La jornada de protestas del 15 de octubre en Lima culminó con duros enfrentamientos entre manifestantes y efectivos policiales, dejando más de 80 personas heridas y la muerte de un ciudadano, identificado como Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, de 32 años. El hombre fue trasladado de emergencia al Hospital Arzobispo Loayza, donde ingresó sin vida tras sufrir una lesión en el pecho durante los disturbios ocurridos cerca del Congreso de la República.
PUEDES LEER ► Marchan exigiendo: ‘Seguridad’ y ‘que se vayan todos’
Una protesta que acaba en tragedia
La movilización nacional convocada contra la clase política congregó a miles de ciudadanos en el centro de Lima. A lo largo de la tarde y la noche, se registraron hechos de violencia en los alrededores del Parlamento. Testigos reportaron que algunos manifestantes lanzaron objetos contundentes, mientras que la Policía Nacional del Perú (PNP) respondió con gases lacrimógenos y perdigones.
El balance final, confirmado por diversas fuentes, fue de más de 80 heridos, entre civiles y policías.
Eduardo Mauricio Ruiz Sanz perdió la vida a causa de una herida en el tórax que, según la congresista Ruth Luque, habría sido provocada por el impacto de un proyectil. La legisladora informó que el caso ya está en manos de la Fiscalía, entidad encargada de dirigir las investigaciones.
Por su parte, Fernando Lozada, representante de la Defensoría del Pueblo, confirmó el deceso, aunque evitó precisar las causas exactas del fallecimiento, señalando que estas se determinarán tras la necropsia legal.
Reacción del presidente José Jerí
La atención pública se centró en la respuesta del presidente José Jerí, quien inicialmente se pronunció en su cuenta de Twitter refiriéndose solo a los policías heridos y calificando de “delincuentes” a los responsables de los hechos violentos. “Todo el peso de la ley para ellos”, escribió el mandatario.
Horas después, durante la madrugada, Jerí amplió su mensaje y lamentó la muerte de Eduardo Ruiz Sanz, expresando sus condolencias a la familia. En su publicación indicó:
“Lamento el fallecimiento del ciudadano Eduardo Ruiz Sanz, de 32 años. Mi fuerza para su familia en este momento. Que las investigaciones determinen con objetividad los hechos y responsabilidades”.
Clima de tensión y exigencias de investigación
El fallecimiento de Ruiz Sanz incrementó la tensión política y social en el país. Diversas organizaciones civiles y figuras de oposición demandaron una investigación exhaustiva y transparente sobre las circunstancias del suceso. La Fiscalía ya asumió el caso y se espera que las pericias determinen responsabilidades penales o administrativas.
Según reportes de la Defensoría del Pueblo, la jornada de protesta dejó más de 80 heridos y varias personas detenidas. Los enfrentamientos registrados durante la llamada “marcha nacional” reavivaron el debate sobre el uso de la fuerza policial en las manifestaciones y sobre los límites del derecho a la protesta social frente a las respuestas del Estado.
La necropsia del cuerpo de Eduardo Ruiz Sanz será clave para determinar la causa exacta de su muerte y avanzar en la identificación de posibles responsables. Todo esto ocurre en un contexto de desconfianza ciudadana hacia las autoridades y de reclamos de justicia por parte de familiares de la víctima y organismos de derechos humanos, que exigen garantías para el ejercicio pacífico de la protesta en el Perú.
Suscríbete a nuestro RSS