José Domingo Pérez, fiscal y miembro del equipo especial Lava Jato, emitió sus argumentos en respuesta al nuevo procedimiento disciplinario iniciado por la Autoridad Nacional de Control (ANC) del Ministerio Público.
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José Domingo Pérez se pronuncia
En su comunicado, refuta la acusación de haber irrespetado a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. En su defensa, Pérez alega desconocer los eventos que pudieron interpretarse como una falta de respeto hacia el público, colegas, subalternos, funcionarios judiciales, o representantes de la administración pública y la justicia.
En el descargo, publicado por el periodista Jonathan Castro, solicita la comparecencia de testigos, entre ellos Jaime Villanueva Barreto, asesor de la fiscal de la Nación, y Jaime Chincha Ravines, periodista y conductor del programa ‘Octavo Mandamiento’ de ‘Canal N’.
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Cabe señalar que se le imputa también una falta leve por supuestamente irrespetar a Juan Antonio Fernández Jerí, actual jefe de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público. Este nuevo proceso disciplinario fue iniciado en noviembre por la ANC, acusando a José Domingo Pérez de violar el inciso 6 del artículo 45 de la Ley de la Carrera Fiscal al cuestionar públicamente a la fiscal de la Nación. Se le atribuye haber faltado el respeto en el ejercicio de su cargo, especialmente por declaraciones en las que mencionó que sus colegas sufren acoso, intimidación y hostigamiento debido a los casos que llevan contra políticos.
Caso Lava Jato
Por Lava Jato se conoce en el Perú a los casos de corrupción que involucran a diversas empresas acusadas de pagar coimas a funcionarios públicos para ganar licitaciones de obras públicas, empresas en las que destacan las brasileñas Odebrecht, OAS, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, aunque también incluyen a empresas del Perú, como Graña y Montero, JJC, Obrainsa, y otras, que actuaron como socias de las brasileñas.
El nombre de Lava Jato u Operación Autolavado proviene del Brasil, donde en el 2013 estalló el escándalo de corrupción de las empresas brasileñas, descubierta a partir de una investigación de lavado de dinero realizada por medio de una cadena de servicios de lavado de autos. Varias de esa empresas eran trasnacionales extendidas por países de América, entre ellos el Perú. Por lo que, por extensión, en el Perú se empezó a usar el apelativo de Lava Jato, en casos que no solo comprometen a empresas brasileñas, sino también a empresas peruanas.