La violencia en Perú ha alcanzado niveles alarmantes en lo que va del año 2024. El incremento de homicidios y actos de sicariato preocupa a la población, mientras las autoridades implementan medidas para frenar el aumento de crímenes. A continuación, exploramos las cifras más recientes y las acciones gubernamentales para enfrentar esta crisis.
Aumento de homicidios en Perú durante 2024
¿Cuántos asesinatos se han reportado en el año?
Según el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), hasta el 10 de octubre de 2024, se han registrado 1,493 homicidios en todo el país, lo que convierte a este año en uno de los más violentos desde 2017. Este incremento es un reflejo de la creciente inseguridad que afecta a diversas regiones del país.
Los asesinatos no solo han aumentado en cantidad, sino que la modalidad de sicariato ha tomado un papel protagónico en las estadísticas. Lima, la capital, ha sido la ciudad más afectada por este fenómeno, con 670 homicidios de enero a septiembre, la mayoría relacionados con ajustes de cuentas y conflictos entre organizaciones criminales.
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¿Qué regiones presentan un mayor aumento de homicidios?
Aunque Lima lidera en número de crímenes, otras regiones como La Libertad han mostrado un preocupante aumento de asesinatos. En esta zona, se han registrado 189 homicidios en lo que va del año, y lo más alarmante es que el 97% de ellos están relacionados con venganzas y luchas por el control de territorios entre bandas criminales.
Comparación con años anteriores
En comparación con años anteriores, 2024 está en camino de superar las cifras de homicidios de 2023, cuando se reportaron 1,250 asesinatos en el mismo periodo. Este incremento de la violencia se ha visto reflejado no solo en el número de víctimas, sino también en la diversificación de las tácticas empleadas por los criminales, quienes utilizan armas de fuego y ataques premeditados para eliminar a sus rivales.
Acciones del Gobierno para frenar el aumento de asesinatos
¿Qué medidas ha tomado el Gobierno para enfrentar la crisis de inseguridad?
El Ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha implementado una serie de acciones para combatir la delincuencia, especialmente el sicariato y la extorsión, dos de los delitos que más afectan al país. Entre las medidas más destacadas se encuentra la creación del Grupo Operativo de Respuesta Inmediata a la Extorsión (GOREX), un equipo especializado que busca desarticular las bandas que operan en las calles.
Asimismo, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia en 13 distritos de Lima y Callao, lo que ha permitido un mayor despliegue de fuerzas policiales y militares para controlar las zonas más conflictivas. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para frenar el incremento de asesinatos.
Estado de emergencia y su efectividad
¿Ha sido efectivo el estado de emergencia para reducir los homicidios?
A pesar de la implementación del estado de emergencia, en los primeros 20 días de esta medida, se reportaron 25 asesinatos, lo que pone en duda la efectividad de esta estrategia. Expertos en seguridad, como el coronel Juan Carlos Liendo, han señalado que la participación de las Fuerzas Armadas no es suficiente para frenar la delincuencia organizada, pues este tipo de operaciones requieren inteligencia policial y un trabajo conjunto con las fiscalías.
Críticas a la estrategia del Gobierno
El exministro del Interior Wilfredo Pedraza ha sido uno de los más críticos con la actual estrategia de seguridad. Según Pedraza, el populismo penal y las declaraciones de emergencia no son soluciones efectivas para combatir la criminalidad. Además, ha cuestionado la falta de recursos y de logística para que las fuerzas policiales puedan actuar de manera más eficiente en la lucha contra la extorsión y el sicariato.
Propuestas para mejorar la seguridad en Perú
¿Qué otras medidas podrían ayudar a reducir los asesinatos?
Uno de los principales problemas que enfrenta la Policía Nacional es la falta de personal y equipamiento adecuado para enfrentar a las organizaciones criminales. Aunque se han anunciado medidas como la incorporación de 200 exagentes con experiencia en casos de extorsión y secuestro, hasta la fecha no se ha asignado el presupuesto necesario para llevar a cabo esta medida.
Asimismo, la implementación de la Línea 111, una plataforma para recibir denuncias de extorsión, ha sido criticada por ser ineficiente. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, esta línea se limita a remitir las denuncias a las comisarías locales, sin dar seguimiento adecuado a los casos.
Impacto social del aumento de asesinatos en Perú
El incremento de homicidios ha generado un clima de miedo e incertidumbre en la población. Sectores como el transporte público y el comercio han sido duramente golpeados por la extorsión y el sicariato, lo que ha llevado a muchos negocios a cerrar sus puertas o pagar “cupos” para poder operar con seguridad.
Además, la falta de una estrategia integral que abarque desde la prevención hasta la captura de criminales ha dejado a la población en una situación vulnerable, donde la impunidad y la corrupción en las fuerzas de seguridad solo agravan el problema.
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