La decisión del Gobierno de México de otorgar asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra procesada por el fallido golpe de Estado de diciembre de 2022, continúa generando tensión política en el Perú. Diversas figuras del Congreso expresaron posturas enfrentadas sobre el salvoconducto que permitiría la salida de Chávez del país, así como sobre la ruptura de relaciones diplomáticas con México, anunciada recientemente por el canciller Hugo de Zela.
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José Williams: “Si está en una embajada, se ha fugado”
El presidente del Congreso, José Williams Zapata, sostuvo que la controversia en torno al asilo de Betssy Chávez debe resolverse conforme a los procedimientos del Ministerio de Relaciones Exteriores, y no mediante decisiones políticas.
“Es un tema técnico que corresponde a Relaciones Exteriores. Sin embargo, considero que Betssy Chávez debe sujetarse al proceso judicial, escuchar la sentencia y cumplirla. Si está en una embajada, se ha fugado”, declaró Williams ante la prensa.
El parlamentario también rechazó las declaraciones del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien calificó el proceso judicial contra Chávez como una forma de persecución. Williams consideró dichas afirmaciones como una injerencia extranjera en los asuntos internos del Perú.
“Tenemos claro que fue un golpe de Estado, y otro país no debería interpretar ni cuestionar nuestro sistema democrático”, puntualizó.
Muñante: “Otorgar el salvoconducto sería un precedente nefasto”
Desde la bancada de Renovación Popular, el congresista Alejandro Muñante expresó su total oposición a la entrega del salvoconducto solicitado por México, argumentando que el caso de Betssy Chávez no cumple los criterios del derecho internacional para el asilo político.
“El asilo político no aplica a personas procesadas por delitos comunes. Ella está acusada por rebelión y conspiración, no por motivos ideológicos. Si se le permite salir del país, sería un precedente nefasto para el Estado peruano”, advirtió Muñante.
Asimismo, el legislador cuestionó la postura del Gobierno mexicano, al que calificó de “ideologizado”. “México se ha convertido en una especie de refugio de golpistas. Es lamentable, porque al pertenecer a la OEA todos deberíamos defender la democracia y el principio de no intervención”, agregó.
Pasión Dávila: “Betssy Chávez enfrenta una persecución política”
En contraste, el congresista Pasión Dávila, del Bloque Magisterial y cercano al expresidente Pedro Castillo, respaldó la decisión de México y aseguró que la ex primera ministra es víctima de un proceso político injusto.
“Betssy Chávez ha sido víctima de persecución. Pedro Castillo sigue siendo investigado y aún no se le ha probado delito alguno. En ese contexto, el asilo es una medida legítima”, manifestó Dávila.
El parlamentario también instó a la Cancillería peruana a actuar conforme a los tratados internacionales sobre asilo político, como la Convención de Caracas de 1954. “México ha calificado el caso como persecución política, y eso debe tomarse en cuenta al momento de evaluar el salvoconducto”, subrayó.
César Revilla: “El presidente debe hacer respetar la soberanía nacional”
Por su parte, el legislador César Revilla, de Fuerza Popular, se pronunció en favor de negar el salvoconducto, argumentando que Chávez no es una perseguida política, sino una funcionaria procesada por vulnerar el orden constitucional.
“Debe negarse el salvoconducto porque está siendo juzgada por haber participado en un intento de golpe de Estado. No hay persecución política, sino un proceso judicial legítimo. El presidente debe poner mano dura y hacer respetar la soberanía nacional”, sostuvo Revilla.
Un conflicto diplomático en aumento
La situación de Betssy Chávez ha desatado una nueva crisis diplomática entre Perú y México, agravando la tensión que ya existía desde diciembre de 2022, cuando el presidente López Obrador ofreció asilo a la familia de Pedro Castillo.
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