La crisis en la gestión de Machu Picchu ha alcanzado niveles preocupantes, generando pérdidas millonarias diarias que superan los S/2 millones y afectando gravemente la imagen internacional del Perú. Esta situación crítica ha motivado a ComexPerú a exigir cambios estructurales urgentes en la administración del santuario histórico más importante del país. La problemática actual trasciende la simple concesión de buses en la ruta Hiram Bingham y evidencia un modelo de gestión fragmentado que requiere soluciones inmediatas para proteger el patrimonio nacional y la economía turística.
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¿Qué propone ComexPerú para resolver la crisis de Machu Picchu?
Jaime Dupuy, director ejecutivo de ComexPerú, ha advertido sobre las consecuencias devastadoras que está teniendo la actual crisis en la gestión turística del santuario. Los operadores turísticos internacionales están comenzando a retirar al Perú de sus catálogos, lo que representa un golpe directo a la industria turística del Cusco y a la economía nacional. «El Estado debe pensar en el beneficio de todos, no de unos cuantos», subrayó el ejecutivo, haciendo referencia a la necesidad de priorizar el interés nacional por encima de intereses particulares.
La propuesta de ComexPerú incluye tres medidas urgentes para resolver la crisis: la creación de una unidad centralizada bajo el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el reforzamiento de la seguridad en la zona para garantizar la protección de visitantes, y la declaración de Machu Picchu como Activo Crítico Nacional. Esta última medida otorgaría al santuario una figura legal especial que le daría prioridad presupuestal y mayor protección institucional.
¿Por qué es necesario declarar Machu Picchu como Activo Crítico Nacional?
La declaración de Machu Picchu como Activo Crítico Nacional representaría un cambio fundamental en la gestión del patrimonio turístico peruano. Esta figura legal permitiría una asignación presupuestal prioritaria y establecería mecanismos de protección especial para el santuario. La medida garantizaría que el principal ícono turístico del país reciba la atención y recursos necesarios para su conservación y gestión sostenible.
Dupuy enfatizó la importancia de implementar procesos de selección transparentes para los operadores de servicios en la zona, estableciendo estándares internacionales que aseguren tanto la seguridad de los turistas como la sostenibilidad del santuario. La transparencia en la gestión y la profesionalización de los servicios son elementos clave para recuperar la confianza de los operadores internacionales y mantener la competitividad del destino turístico.
¿Cuál es el impacto económico de la crisis en Machu Picchu?
Las pérdidas económicas derivadas de la crisis en Machu Picchu alcanzan hasta S/2 millones diarios, cifra que refleja la magnitud del problema y su impacto en la economía regional y nacional. La retracción de operadores internacionales no solo afecta los ingresos directos por turismo, sino que también impacta en la cadena de valor turística que incluye hoteles, restaurantes, transporte y servicios complementarios en el Cusco.
«Se trata del principal ícono turístico del país y debe gestionarse de manera integral«, concluyó Dupuy, subrayando que la gestión fragmentada actual no solo compromete la experiencia turística, sino que también pone en riesgo la posición competitiva del Perú en el mercado turístico internacional. La implementación de una gestión centralizada y profesional es fundamental para revertir esta tendencia negativa y asegurar el futuro sostenible del turismo en Machu Picchu.
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