El candidato chileno José Antonio Kast reconoció que la propuesta de retirar del país a un gran número de migrantes irregulares no puede ejecutarse en la práctica. Esto ocurre luego de su anuncio en el que llamó a más de 330 mil extranjeros a abandonar Chile antes de que asuma la Presidencia y aplique sanciones, declaración que provocó que grupos de migrantes se movilizaran hacia la frontera con Perú.
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Desde el mensaje del aspirante presidencial, se ha observado la llegada de ciudadanos —principalmente venezolanos y colombianos— a la zona de La Concordia, mientras que las autoridades de Chile y Perú reforzaron la seguridad y el despliegue militar. Incluso, el gobierno de José Jerí declaró en emergencia la frontera y reiteró que no permitirá el ingreso de personas sin documentos.
En ese escenario, durante el debate presidencial Archi 2025, la periodista Constanza Santa María cuestionó a Kast sobre la viabilidad de su propuesta: “¿Cómo piensa expulsarlos si, en la realidad, es imposible cumplir con esa promesa?”
El candidato respondió: “No hay nada imposible en la vida”, y añadió que aún “quedan 98 días para que quienes deseen puedan recoger sus pertenencias, vender lo que tengan y salir de Chile por decisión propia”. Sus palabras generaron aplausos entre sus simpatizantes, aunque no aclaró cómo se llevaría a cabo su iniciativa.
Kast afirmó que, de ser presidente, ya estaría en Arica gestionando reuniones bilaterales con los mandatarios de Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia para establecer un “corredor de retorno”. Según explicó, este podría funcionar mediante buses, aviones o embarcaciones. Sin embargo, evitó mencionar si esto implicaría coordinar directamente con Venezuela.
Al ser consultado sobre el financiamiento necesario para poner en marcha estas acciones, indicó que tras su anuncio “cientos de personas” ya habían decidido dejar Chile. La periodista le recordó que muchos siguen varados en la frontera con Tacna debido a que Perú no les permite el ingreso.
Al finalizar el intercambio, Kast diferenció entre la expulsión coercitiva y la salida voluntaria: “No estamos hablando del ICE. Hay distintas formas de invitar a las personas a marcharse, pero alguien deberá asumir los costos. Yo no los pagaré; alguien tendrá que pagarlos”, sugiriendo que los empleadores tendrían responsabilidad en financiar estos traslados.
Es importante señalar que no es el único en proponer un corredor humanitario. El alcalde de La Yarada Los Palos, Samuel Cueva, ya había planteado esta alternativa para permitir el tránsito de migrantes por Perú hacia sus destinos finales. Asimismo, el senador electo chileno Vlado Mirosevic pidió que Perú otorgue salvoconductos, recordando el acuerdo alcanzado en 2023 entre Chile y Venezuela para el retorno de ciudadanos.
Pese a ello, la idea enfrenta serias dificultades. El canciller peruano Hugo de Zela explicó que crear un corredor humanitario es un proceso complejo que requiere la aprobación y cooperación de varios países de la región, garantizando que los migrantes puedan desplazarse sin obstáculos fronterizos.
“Hasta el momento no se ha discutido esa posibilidad y, para ser sincero, la veo bastante complicada, porque también significaría conversar con Ecuador y evaluar si permitiría el ingreso de estos migrantes. Esa opción no se ha considerado ni se ha dado aún”, declaró en entrevista con RPP.











