Alejandro Sánchez, empresario vinculado al caso «Asesores en la Sombra« y cercano al ex presidente Pedro Castillo, fue deportado desde Estados Unidos y ya se encuentra en territorio peruano.
La llegada de Sánchez, quien enfrentará cargos por presunta participación en una organización criminal, colusión agravada y tráfico de influencias, se produce tras ser detenido en Texas por intentar cruzar ilegalmente la frontera desde México.
El empresario fue trasladado en un vuelo chárter que aterrizó en el Grupo Aéreo Número 8 a las 14:10 horas, junto a otros 150 deportados.
A su llegada, fue recibido por la fiscal Naomi Bustillos, del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder (Eficcop). Posteriormente, Sánchez fue llevado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses en el Cercado de Lima, donde se le realizó un reconocimiento médico para verificar su estado de salud.
Sánchez, quien tenía una alerta roja de la Interpol debido a las investigaciones en su contra, fue capturado en septiembre de 2023 por una patrulla fronteriza en Texas. Desde entonces, las autoridades peruanas, a través de la Cancillería y el Ministerio Público, coordinaron su retorno al país para que enfrente la justicia.
La situación legal de Alejandro Sánchez es complicada.
La fiscal coordinadora del Eficcop, Marita Barreto, mencionó que, a pesar de haber agravado su situación jurídica con la fuga, Sánchez podría acogerse a la colaboración eficaz, una figura legal que le permitiría reducir su condena a cambio de información relevante sobre la presunta red criminal en la que está involucrado.
Sánchez, originario de Chota, Cajamarca, es propietario de la famosa casa del pasaje Sarratea en Breña, donde Pedro Castillo mantuvo reuniones con funcionarios, empresarios y familiares, sin registro oficial. Estos encuentros fueron objeto de investigación por la Comisión de Fiscalización debido a su carácter irregular. Además, se sabe que Sánchez financió parte de la campaña electoral de Castillo, lo que refuerza su conexión con el ex mandatario.
En su intento por evitar la deportación, Sánchez interpuso varios recursos legales, apelando incluso al derecho a libre tránsito y solicitando protección del gobierno estadounidense. Sin embargo, todos sus intentos fueron infructuosos, y finalmente fue extraditado.
Piden 30 meses de cárcel para investigación
Alejandro Sánchez había sido objeto de una orden de prisión preventiva por treinta meses en 2022, ratificada en 2023 cuando ya se encontraba en la clandestinidad.
El Ministerio del Interior llegó a ofrecer una recompensa de S/ 30 mil por información que condujera a su captura, subrayando la gravedad de los cargos que enfrenta.
Uno de los puntos clave que aún deben esclarecerse es cómo Sánchez logró llegar a Estados Unidos pese a tener una alerta roja de la Interpol.
La fiscal Barreto indicó que se están realizando las investigaciones pertinentes para determinar los detalles de su fuga y su ingreso ilegal a territorio estadounidense. Durante su tiempo en la clandestinidad, Sánchez llegó a dar entrevistas alegando que no había cometido ningún delito y que su huida era una medida de autoprotección.