La variante brasileña responsable de las horas de terror que vive su país de origen llegó a Piura y en poco tiempo podría ser la variante dominante en la mayoría de casos COVID-19 de la región.

Si bien las autoridades locales todavía no reciben el informe oficial del Instituto Nacional de Salud (INS), el trascendido desde los medios capitalinos sacudió la tarde del Viernes Santo.

Según el médico epidemiólogo, Edward Mezones-Holguín, la variante brasileña habría llegado sin problemas al aeropuerto de Piura de la mano de los veraneantes luego que se flexibilizaron las medidas y se permitió viajar sin el resultado de una prueba molecular o de antígeno.

“Se dio apertura a la llegada de vuelos desde Lima a las playas sin pedirles prueba [a los pasajeros], antes cuando menos se pedía una prueba de antígeno, pero luego se cambió por la declaración jurada y la gente venía a veranear”, comentó.

El especialista advierte que es posible que, en poco tiempo, esta variante se convierta la dominante de la región debido a que es muy contagiosa y de fácil transmisión.

“El 25% de las muestras enviadas al Instituto Nacional de Salud desde Piura, corresponden a la variante amazónica, pero esa es la foto del momento. El problema es que esta variante tiende a ganar dominancia conforme se va trasmitiendo más, es decir, empieza a ser más frecuente”, refiere.

Explica que es más contagiosa porque el virus perfeccionó su forma de infectar a las células.

“En las mutaciones que se han dado, el virus ha perfeccionado el modo de ingresar a las células. Antes necesitaba de tener muchas puertas [receptores de las células] para que en alguna de ellas pudiera ingresar, pero ahora esta variante ha mejorado la llave para abrirse paso. Ahora con pocos receptores, como sucede con los jóvenes, el virus está ingresando”, explica.

Refiere que esto obliga a un mayor cuidado. La mascarilla simple ya no funciona, por lo que hay que usar la mascarilla doble.

“La mayor trasmisibilidad origina más cantidad de casos en general y con ello más cuadros de moderados a severos. La demanda en el sistema de salud se incrementará y llegará el momento en que no va a poder responder, entonces la gente que no tenga acceso o que sea atendida muy tarde, va a morir”, sostiene Mezones-Holguín.

A la fecha, más de 750 piuranos están hospitalizados por el COVID-19, de los cuales más 60 luchan por su vida desde una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).