Al cierre de agosto, la cifra de homicidios en la región Piura estaría cerca de llegar a las 100 víctimas de los sicarios que han sembrado el terror en la ciudad.
El propio ministro del Interior, Carlos Malaver, lo que se vive en Piura es una guerra entre organizaciones criminales por el control del territorio. En este escenario, aseguró, es complicado anticiparse a las muertes.
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Para el exjefe de la Región Policial, Coronel (r)Máximo Vargas Hugo, este argumento no debe ser usado como una justificación frente al derramamiento de sangre que se vive en las calles de la ciudad. Desde su punto de vista, usar este argumento es aceptar que las bandas de delincuentes se han establecido en Piura sin que exista alguna forma de combatirlas desde el fuero de la Policía.
“A nivel nacional y en Piura la realidad es preocupante porque no hay quien pare a estas organizaciones criminales. Cada día cometen sus hechos con mayor impunidad lo que hace ver es que parece que la delincuencia estaría rebasando la capacidad de la Policía porque no hay una respuesta”, sostuvo el exmando policial.
Justificación
Asimismo, Vargas Hugo criticó que se siga usando el argumento de que las muertes son producto de la guerra entre delincuentes.
“Si validamos esas expresiones entonces que sigan matándose porque las organizaciones criminales están establecidas en Piura y siempre va a pasar esto por temas de hegemonía. Efectivamente, se pueden estar matando entre ellos, pero también hay personas que son extorsionadas como empresarios, comerciantes, bodegueros [por estas organizaciones] que si no cumples con la extorsión te matan”. comentó Vargas.
Inteligencia
Desde su punto de vista, esta afirmación trataría de ocultar las deficiencias que existe en la labor de investigación para identificar y desarticular a las organizaciones criminales que operan en Piura.
“Nosotros tenemos que mirar los efectos, es decir, tenemos que mirar el bosque y no solo el árbol. La mayoría de la población está aterrada, con miedo y pánico porque en cualquier momento aparece un sicario y mete balazos a una persona. En esto hay efectos colaterales. Entonces lo que hay que hacer es ir contra estas organizaciones criminales, como digo, hay que mirarle a los ojos”, aseveró.
Esto implica, añade, un trabajo de identificación de los líderes y miembros de la estructura criminal de las bandas mediante labores de Inteligencia policial.
“Si no los identifican, ¿a quién vas a capturar? La identificación se logra con labores de Inteligencia y de investigación criminal. Las capturas de estos elementos no se hacen en un operativo de control de tránsito o de control de identidad. Al jefe de la organización criminal no lo vas a capturar comprando fruta. Ese argumento [de una guerra de bandas] parece una justificación en medio de una tremenda ola de inseguridad que vive el país”, sostiene.
Una justificación, asegura, para no decir que la Policía no está fortalecida y que no hay una articulación entre la Policía, Fiscalía y Poder Judicial.











