El gerente general de Río Blanco, Francisco Ísmodes, lamentó la falta de avances debido a la resistencia de autoridades y municipalidades locales, lo que dificulta la implementación de obras, como reservorios, para combatir la escasez hídrica en la región.
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Según Ísmodes, el proyecto aspira a generar empleo y mejorar la calidad de vida de las comunidades cercanas. Además, indicó que se han planteado iniciativas para fortalecer la infraestructura sanitaria y mejorar los servicios básicos en Ayabaca, Huancabamba, Huarmaca y El Algarrobo.
Asimismo, explicó que el diseño del proyecto evita superponerse a ecosistemas como los Páramos de Samanga y las lagunas de las Huaringas, ubicándose a más de 20 kilómetros de distancia. Este enfoque busca garantizar la conservación de los recursos naturales.
El proyecto minero de cobre Río Blanco, ubicado en las provincias de Ayabaca y Huancabamba, es administrado por Zijin Mining Group y representa una inversión de 2,792 millones de dólares, superando los 2,500 millones inicialmente proyectados por el Ministerio de Energía y Minas.
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“Río Blanco no es un proyecto que se desarrollará al margen de las comunidades y rondas campesinas”, afirmó.
