Su última visita ocurrió el pasado 13 de marzo cuando visitó Chulucanas y Paita para inaugurar un colegio y supervisar el inicio de un tramo de la carretera Costanera.
Con dos casos sospechosos de Covid-19 en evaluación y cero muertos en ese momento, Vizcarra dejaba la región ese mismo día rumbo a la capital en donde dos días más tarde declararía el aislamiento social obligatorio.
Ahora el panorama es distinto y la región se ha convertido en el segundo epicentro de la pandemia en el país con más de 14 mil casos confirmados, cerca del millar de muertos y hospitales al borde del colapso.
Antes de llegar a ese extremo los pedidos de ayuda al presidente eran diversos, pero ninguno como lo dicho por el padre y promotor de la campaña Oxigenemos Piura, Martín Chero.
“Como piurano debo protestar por mis parientes muertos, por los amigos y mis fieles a quienes nunca más veré. Los piuranos queremos vivir y no morir antes de tiempo. No podemos romper el plan de Dios”, declaró Chero en mayo.
Para ese momento, su campaña por cilindros de oxígeno intentaba paliar en algo el abandono de las autoridades en este rubro de vida o muerte.
Un sector poco atendido a pesar del millonario presupuesto que ha destinado el Gobierno Regional para la estrategia contra la pandemia y que ahora llega a los 45 millones de soles.
Para el presidente de la comisión de fiscalización del Congreso, Edgar Alarcón, es la región con el mayor presupuesto, pero con una mala estrategia.
«La evaluación de Piura se ve reflejada en el número de afectados y fallecidos [por COVID]. Hay mucha insatisfacción, no hay una buena estrategia, no hay equipamiento y suministros. Eso habla por sí solo, no se está utilizando adecuadamente los recursos», declaró en una entrevista tras la participación del gobernador Servando García en dicho grupo de trabajo.
Ahora le toca el turno al presidente de pronunciarse.
Trascendió que esta mañana estará desde las 8 a.m. visitando el hospital de apoyo Minsa en Sullana.