Un nuevo caso de “terrorismo urbano” se reportó en la ciudad de Sullana. La madrugada del jueves, vecinos del asentamiento El Obrero despertaron sobresaltados luego de que sujetos arrojaran un explosivo contra una vivienda ubicada en la calle Pichincha, en un claro acto de intimidación contra sus propietarios.
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Según informaron testigos, los criminales les exigen el pago de una suma de dinero aún no precisada, bajo amenazas de atentar nuevamente contra su integridad y la de sus familiares. El estallido no dejó heridos, pero sí generó graves daños materiales y un profundo temor entre los habitantes de la zona, quienes denuncian que este tipo de hechos se vienen repitiendo con preocupante frecuencia.
La Policía acudió al lugar para recoger evidencias que permitan identificar a los responsables, que habrían actuado usando cartuchos de dinamita, utilizada por extorsionadores para forzar el pago de cupos.
Hasta el 19 de noviembre, el Área de Extorsiones del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Sullana había registrado 668 denuncias por extorsión en la provincia, una estadística que coloca al delito entre los más frecuentes y peligrosos de la región. Los más afectados son los pequeños comerciantes y los emprendedores, muchos de los cuales han tenido que cerrar sus negocios por temor a seguir siendo amenazados.
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