La demora en las obras de reconstrucción de la avenida Sullana ha desatado el malestar de comerciantes, docentes y vecinos, quienes se reunieron para exigir soluciones a las autoridades. La interrupción de esta importante vía, ubicada en la intersección con la avenida Blas de Atienza, está causando problemas económicos, de seguridad y salud.
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¿Por qué se retrasa la obra de la avenida Sullana?
El proyecto de reconstrucción de la avenida Sullana en Piura enfrenta un nuevo obstáculo: la necesidad de renovar el sistema de agua y alcantarillado. Según los comerciantes, las autoridades no contemplaron este aspecto inicialmente, lo que ha generado un retraso adicional. Originalmente, la obra estaba programada para seis meses, pero ahora se estima que podría extenderse hasta finales de año. Este cambio ha provocado incertidumbre, especialmente entre los negocios locales.
David Córdova Huamán, gerente del centro comercial Plaza del Mar, expresó su frustración:
«Tenemos compromisos financieros, pero las autoridades han abandonado la obra. Pedimos un adicional para el sistema de agua y alcantarillado, pero esto extenderá el plazo a ocho meses, afectándonos hasta diciembre».
Impacto económico en los comerciantes de la avenida Sullana
Los comerciantes del complejo de mercados, el mercado de frutas y los negocios cercanos a la avenida Sullana reportan una caída del 50 % en sus ventas debido al cierre de la vía. La interrupción del tráfico ha reducido el flujo de clientes, afectando gravemente la economía local. Los propietarios de negocios exigen que las obras se realicen con mayor celeridad y planificación para minimizar el impacto.
«No estamos en contra de las mejoras en la avenida Sullana, pero queremos que se hagan bien. Este sistema de ejecución es una traición a Piura», afirmó un dirigente comercial, destacando la necesidad de un cambio en la gestión de proyectos.
¿Cómo afecta el retraso a la seguridad y salud en Piura?
El director de la institución educativa Víctor Rosales Ortega, Luis Abelardo Núñez Álvarez, alertó sobre los riesgos que enfrentan los estudiantes debido al cierre de la avenida Sullana. Ubicada en la esquina con la avenida Blas de Atienza, la escuela se ha convertido en un punto vulnerable. Desde las cinco de la tarde, la zona es frecuentada por delincuentes, y se han reportado casos de asaltos y robos a escolares.
«Los niños que salen a las seis de la tarde están expuestos a la delincuencia, al pandillaje y a la venta de droga», señaló Núñez. Además, pidió mayor presencia del Serenazgo y de la Policía Nacional para garantizar la seguridad.
Problemas de salud por aguas servidas
Otro problema derivado del retraso es el afloramiento de aguas servidas cerca de la entrada principal de la institución educativa. Esta situación representa un riesgo para la salud de estudiantes, docentes y vecinos, quienes están expuestos a enfermedades. La falta de un sistema adecuado de alcantarillado agrava el problema, y los manifestantes exigen una solución urgente.
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