En un emotivo acto cargado de solemnidad y dolor, arribaron la mañana de ayer los restos del suboficial de segunda, Milton Ruiz Antón, miembro del Comando Especial del Vraem, quien falleció a consecuencia de la explosión de un artefacto durante un entrenamiento militar.
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El féretro procedente de Lima, fue recibido con globos blancos, marchas fúnebres entonadas por la banda del Ejército del Perú y el himno “Los comandos ya se van”, mientras una multitud de pobladores sechuranos se congregó en el puente de ingreso a la ciudad para rendirle homenaje.
En medio de la escena, descendió del bus la madre del militar, Estela Antón Nunura, visiblemente afectada por la pérdida irreparable de su hijo. Familiares, amigos y vecinos la abrazaron con pesar, mientras expresaban su solidaridad con la familia del suboficial.
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