Con profundo dolor el monseñor José Antonio Eguren Anselmi informó el fallecimiento del sacerdote Dergi Facundo Facundo, ocurrido en la ciudad de Piura.
Él fue párroco de la iglesia “San Francisco Javier” de Querecotillo (Sullana) donde se venera la Sagrada Imagen del “Señor de la Buena Muerte de Chocán”.
Según indicó el Arzobispado de Piura, el Padre Dergi nació el 18 de febrero de 1987 en la comunidad campesina de Quispampa (Provincia de Huamcabamba). Fue hijo de confesor Facundo Santa Cruz y de Juana Facundo Ramírez.
A los 16 años de edad y con una clara conciencia del llamado del Señor en su vida, ingresó al Seminario “San Juan María Vianney” de la Arquidiócesis Metropolitana de Piura donde cursó estudios de propedéutica y filosofía para posteriormente culminar su formación sacerdotal y teológica en el Seminario “Corazón de Cristo” de la Diócesis del Callao.
A los 26 años de edad, Dergi recibió la Ordenación Diaconal con ocasión del Domingo del Buen Pastor en la Catedral de Piura y fue ordenado Sacerdote al año siguiente en el Domingo de la Divina Misericordia en la Basílica Catedral de Piura, por la imposición de manos de nuestro Arzobispo Metropolitano.
A lo largo de sus 7 años de intenso ministerio sacerdotal, el Padre Dergi ha servido a la Iglesia y al Pueblo de Dios como Vicario Parroquial de la Parroquia “Santísima Trinidad” de Sullana en el año 2014 y Vicario Parroquial de la Parroquia “Santa Rosa de Lima” de Talara en el 2015.
En el año 2017 y después de haber demostrado grandes capacidades sacerdotales, fue nombrado Párroco de la Parroquia “San Francisco Javier” de Querecotillo (Sullana) donde se venera la Sagrada Imagen del “Señor de la Buena Muerte de Chocán”, desde ahí también servía a la Comunidad de la Parroquia “Santo Toribio de Mogrovejo” de Lancones.
Huella imborrable
Desde el inicio de la pandemia, el Padre Facundo se abocó con abnegado entusiasmo a trabajar incesantemente en el acompañamiento espiritual y ayuda material a nuestros hermanos enfermos de Covid-19 y sus familias en Sullana, uniéndose a los sacerdotes de esta Vicaría Episcopal para sacar adelante la Campaña “Sullana Respira”.
Con esta campaña se vienen salvando muchas vidas, al haber dotado de balones de oxígeno y medicinas a los Hospitales y enfermos de esta importante provincia piurana.
Él visitaba estos Centros de Salud llevando consuelo y esperanza a nuestros hermanos contagiados a través de la Unción de Enfermos, el Sacramento de la Confesión y la bendición con el Santísimo Sacramento. «Dergi ha dejado una huella imborrable entre nosotros de amor a Cristo, a la Iglesia y a los hermanos», dijeron desde el Arzobispado.