Las temperaturas de 36 y 37 grados que se registran a la sombra en la región ponen a los niños menores de cinco años y adultos mayores, en riesgo de sufrir un shock térmico si no se toman las previsiones adecuadas.

Según el exdirector de Epidemiología de la Diresa, Edward Pozo, el tema no es ajeno a la región.

En anteriores veranos ya se registraron víctimas y en otros casos, los menores llegaron a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con aire acondicionado para bajarles la temperatura corporal que estaba fuera de control.

“El shock por alza térmica se da en niños menores de un año cuando existen temperaturas muy elevadas. En Piura es una costumbre arropar mucho a los niños, inclusive con tela polar y manoplas. Esto más temperatura ambiental alta y una vivienda de calaminas, hacen que la sensación térmica aumente”, indicó.

Los signos evidentes son la deshidratación y diarrea en el caso de los menores de un año, ya que todavía no regulan bien su temperatura corporal.

“Hemos tenido hasta fallecidos por shock término en el 2016 en Piura y Talara […] El shock provoca que el niño eleve su temperatura y no se pueda controlar ni con baños ni medicamentos. Los menores de cinco años y los mayores de 70 años también son vulnerables”, dijo.

Con noches cálidas, agrega, también se corre el riesgo de deshidratación.

“Me acuerdo que en la UCI [pediátrica] del hospital Santa Rosa les teníamos que poner aire acondicionado a muy baja temperatura para que los niños salgan de ese cuadro”, dijo.

Recomendación

En esa línea, el especialista recomendó mantener hidratados a los niños, vestirlos con ropa ligera y colocarlos en lugares ventilados de la casa.

“A las madres les decimos que si tienen niños recién nacidos no deben abrigarlos mucho. Deben tenerlos con su pañal y ropa ligera, y la lactación tiene que ser permanente para mantenerlos hidratados”, agrega.

Noches cálidas

Sobre el tema, el experto del Senamhi, Matt Nieto, dijo que además de las altas temperaturas en el día, los piuranos también soportan noches cálidas.

“En enero y febrero había noches frescas con 20 y 21 grados, pero ahora estamos alcanzando 23 y 24 grados en la noche. Eso genera sensación de calor […] Estamos a inicios de marzo y las temperaturas altas continuarían”, dijo.