El sábado último, Tumbes y Ecuador sufrieron de un terremoto magnitud 6,7 y 6,8 en la escala de Richter, respectivamente, que causó la muerte de, al menos, 15 personas. Sin embargo, ¿cuál la situación de Piura frente a un terremoto y qué acciones de prevención deben tomar las autoridades al respecto?

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Para Germán Gallardo, ingeniero especialista en suelos y sedimentaciones, así como, docente de la Universidad de Piura, la tarea primordial del gobernador de Piura, Luis Neyra es solicitar estudios de durabilidad de las diversas construcciones importantes para la región, como los hospitales, centros de abastos, las carreteras, los puentes, la Catedral, y colegios, ya que son considerados líneas vitales.

Por ejemplo, es importante que como autoridad pregunte cuánto de vida tiene el hospital regional de Piura, para que con esa información llame a sus especialistas, o si no los tiene, recurrir a las universidades y pregunte cuál es la probabilidad de que frente a un Fenómeno El Niño o un sismo intenso el nosocomio colapse.

“Lo que el gobernador debería hacer es asesorarse e invertir en análisis de riesgos, en cálculos de posibles fallas de las estructuras. Los ingenieros ya están en la capacidad de hacer esos tipos de cálculos. Lo que una buena autoridad debe hacer es observar, estudiar y vigilar su infraestructura frente a algún desastre natural. Si se rompe la carretera que conecta Piura con Lima, la región se queda sin abastecimiento que llega desde la capital”, explicó.

Asimismo, señaló que los estudios de infraestructura son vitales más ahora que existe el riesgo de un Fenómeno El Niño Costero. Los alcaldes y el gobernador deberían incluir este trabajo dentro de su plan de contingencia o prevención.

“No hay que dejar las cosas para última hora, hay que tomar en cuenta que el suelo piurano es seis veces más débil que el suelo de Lima. Piura tiene un suelo arenoso que muchas veces está suelto, o sea que tiene poca densidad”.

Además, Gallardo dijo que el agua hace que el suelo arenoso de Piura reduzca su capacidad de fortaleza al 50%, en muchas zonas de Piura que son inundables, el nivel de agua es alto: “Entonces el problema de Piura, respecto a los sismos, es que tiene un suelo suelto, débil; además, tiene niveles altos de su agua freática o interna”.

“El gran peligro de Piura es la suma de lluvia, agua alta dentro del suelo, más el sismo y un suelo débil. Hay que tener cuidado porque al mismo tiempo que ocurren lluvias intensas también hay sismos”, añadió.

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Zonas en riesgo

Por su parte, Eduardo Arbulú, excoordinador del Centro de Operaciones de Emergencias (COER), precisó que de ocurrir en la región un sismo de la misma magnitud registrada en Tumbes, los primeros afectados serían los barrios urbanos marginales y parte del casco urbano, donde hay vivienda de adobe, construcciones antiguas que no tienen columnas ni vigas, por lo que son más fáciles de colapsar y si ocurre en horas de noche es muy probable que tengamos afectación en la salud y a la vida de los residentes de este tipos de viviendas.

También están en riesgo las zonas ubicadas en las fallas geológicas de Huaypirá (Máncora-Talara), Lancones (Sullana), Illescas (Sechura), Deflexión de Huancabamba (Huancabamba-Cajamarca), Chulucanas y la de Olmos. En ellas existe mayor movimiento geodinámico de la tierra.

Arbulú exhortó a hacer una evaluación completa, a través de la Oficina de Defensa Civil de la Municipalidad de Piura, a todas las viviendas antiguas. Es necesario hacer una inspección de seguridad y licitaciones de manera de alerta y notificar a los dueños y hacerlos responsables en caso ocurriera un accidente provocado por un movimiento sísmico y si es que no adoptan las medidas de seguridad del caso.

De igual manera, añadió que los municipios locales y distritales tienen que evaluar las viviendas de material débil, como adobe, con el fin de indicar a los propietarios la importancia de que sus viviendas cuenten con buenas columnas para que les dé sostenimiento y, si hay alguna emergencia, tengan tiempo de evacuar.

“Tenemos un Colegio de Ingenieros, tenemos siete universidades que ofrecen la carrera profesional de Ingeniería Civil y Arquitectura; entonces, ¿por qué no se forman equipos para que los chicos que están en los últimos ciclos hagan sus prácticas para que por medio de un servicio civil orienten a la población de cómo construir su vivienda o qué materiales de construcción utilizar y que sean accesibles?”, propuso.

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