Los dos candidatos que van a esta segunda vuelta han expresado sus ideas y ambos coinciden en la necesidad de ejecutar las obras que todos los piuranos reclaman. Sin embargo, es la población la que debe decir cuál de los dos tiene la capacidad de ejecución.
Más allá de hacer obras como el Alto Piura, los hospitales, manejo de la cuenca del río Piura, seguridad ciudadana los electores le plantean al nuevo gobernador un gran reto: luchar contra la corrupción y dejar de utilizar al Gobierno Regional como una agencia de empleos.
El primer escollo para lograr el crecimiento de una sociedad es la corrupción. El mejor ejemplo, lo tenemos en el hospital de Máncora. El haber permitido que una empresa entregue cartas fianzas falsas y luego se paguen le ha postergado la posibilidad de tener un centro asistencial a toda la población. Los presuntos responsables de este acto se encuentran con prisión preliminar, pero el daño ya está hecho. La gente sigue buscando un lugar para atenderse. La vida de las personas sigue estando en riesgo.
En cada obra, cuando la corrupción mete sus manos hay perjuicio. Si los errores vienen de los expedientes técnicos las obras serán paralizadas, las empresas pedirán arbitrajes, ampliaciones de plazo y finalmente abandonan la obra como sucedió con el Alto Piura.
Otro de los retos de este nuevo gobernador será el de poner en marcha las obras paralizadas. Las primeras son las de los hospitales estratégicos. Cuatro elefantes blancos a medio construir. Para Ayabaca, Huancabamba y Huarmaca tener un hospital será ver coronado el sueño de muchas décadas. En estas obras, las bases están sentadas. Solo falta decisión política y sobre todo honestidad para reanudarlas.
El agua
Desde el Gobierno Central el año pasado se anunció la siembra y cosecha de agua. Lamentablemente no ha sido posible comenzar esta obra. Sin embargo, desde el Gobierno Regional es posible que se ejecuten programas de reforestación, pero se tienen que comenzar a ejecutar ya. No se puede seguir esperando porque los campesinos siguen sufriendo por la falta de agua. Este año, todo el Alto Piura, Lancones y varias zonas dedicadas a la agricultura de temporal y a la ganadería están sin agua. El ganado muere y la gente se empobrece cada día.
Salud
Después de los dos años de encierro por la pandemia la población clama por atención médica. El hospital Santa Rosa está saturado. Los pacientes deben hacer cola, por las noches, por más de doce horas para conseguir una cita. Con este panorama el nuevo gobernador se va a tener que enfrentar a gente que clama por atención médica y deberá buscar soluciones creativas como poner cuánto antes en funcionamiento los nuevos hospitales de Chulucanas y Sullana, así como el centro de María Goretti.
En cuanto al hospital de alta complejidad el 2023 debe terminarse el expediente técnico, pero mientras tanto es urgente presionar para que EsSalud inicie la construcción del hospital que viene postergando año tras año, pese a que ya tiene la viabilidad.
Los grandes proyectos
Hace cuatro años se habló mucho de grandes obras, pero han quedado en promesas. Sin embargo, hay algunas que son viables y solo falta un empujón para que empiecen a ejecutarse. El cuarto componente del Alto Piura es una de ellas. Esta obra es más factible que la faraónica construcción del túnel de trasvase para traer las aguas del río Huancabamba. Construir pequeños reservorios para aprovechar las aguas de la cuenca del Piura, según los estudios, solucionará en gran parte el problema de la falta de agua del Alto Piura. Esta será una obra de impacto y los dos candidatos que disputan la segunda vuelta, lo saben.
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