La población de Sullana se encuentra alarmada tras el reciente allanamiento de un camal clandestino, donde las autoridades lograron incautar carne de perro que estaba destinada a ser vendida en restaurantes y mercados de la provincia, incluidos algunos chifas. Durante el operativo, se decomisó más de media tonelada de carne, la cual, de acuerdo con la Policía, incluía también carne de burro y caballo, además de la de un perro.
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La red de estafadores responsable de este acto, conocida localmente en el asentamiento El Obrero como «los carroñeros del Sáenz Peña», fue capturada en flagrante delito dentro del camal. En este lugar, los animales eran sacrificados en condiciones insalubres, con la carne tirada en el suelo y rodeada de basura. Las autoridades recalcaron que la carne de estos animales no está aprobada para el consumo humano.
El operativo se llevó a cabo en una vivienda ubicada en la calle Sáenz Peña 213, en el mencionado asentamiento. Allí se encontraron y decomisaron 550 kilos de carne, que, según las investigaciones preliminares, provenían de un caballo, un burro y un perro. Además, en el lugar se hallaron a dos burros y un caballo vivos, lo que indicaba que estos animales también estaban destinados a ser sacrificados.
Los detenidos en este caso fueron Isaías Moscol Temoche, Henry Sales Álvarez y Maritza Calle Maza, quienes enfrentan cargos por delitos contra la salud pública, abigeato y la venta de carne no apta para el consumo humano.
Tanto los sospechosos como las pruebas recolectadas fueron puestos a disposición de la Sección de Investigación de Delitos y Faltas, mientras que el Ministerio Público ha iniciado las investigaciones correspondientes para determinar con exactitud los hechos y aplicar las sanciones que correspondan a los responsables de este acto delictivo.
Finalmente, las autoridades de salud han exhortado a la población a que compren alimentos, en especial carnes, solo en establecimientos que estén autorizados y certificados. De no hacerlo, advierten que podrían ser víctimas de engaños, comprando carne de dudosa procedencia o, en este caso, recibiendo literalmente «gato por liebre».
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