Alrededor de 15.000 damnificados se registraron hace 5 años en la región Piura a causa del desborde del río y el colapso de los sistemas de alcantarillado.
A finales de noviembre de 2016, a vísperas de fin de año, empezaron las lluvias en la región Piura. En un inicio, estas fueron leves y moderadas, pero después, a mediados de enero de 2017, se volvieron más fuertes y terminaron ocasionando el devastador desborde del Río Piura el lunes 27 de marzo.
Esta problemática dejó muchas pérdidas humanas y materiales. Solo en Piura, según cifras del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) se registraron 91.835 damnificados, 310.570 afectados, 39 heridos, 17 fallecidos y 4 personas desaparecidas.
Hoy, a casi 5 años de este suceso, y cada vez más cerca al periodo en el que empiezan las lluvias, los piuranos se preguntan si la ciudad está preparada para otro fenómeno El Niño, o si seguirán escuchando la promesa del Gobierno Regional de Piura (GORE) de una “Reconstrucción con Cambios”. ¿Qué ha hecho dicha entidad para prevenir posibles desastres a causa de las lluvias?
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Infraestructura de Piura en 2021
Como antecedente al fenómeno del 2016, en el año 2015, el entonces ministro de Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites Ramos, destinó 60 millones de soles a la región Piura para tomar medidas preventivas frente al anuncio de la llegada del fenómeno del Niño. No obstante, los daños fueron inevitables; a nivel de infraestructura, en la región de Piura, el Niño Costero dejó 22.120 viviendas destruidas, 91.584 viviendas afectadas, 70 instituciones educativas inhabitables y 6 establecimientos de salud destruidos.
Estas cifras confirman que Piura nunca estuvo realmente preparada para afrontar un fenómeno de tal magnitud, a pesar del apoyo económico que recibió. Asimismo, en ese año no existían defensas ribereñas en el Tramo 1, que va desde la represa Los Ejidos hasta el puente Cáceres, por donde se desbordó el río.
Después del desborde que colapsó a la ciudad, se inició el desarrollo de defensas ribereñas en los Tramos 1 y 2 a cargo del Gobierno Regional de Piura y el reforzamiento del dique izquierdo en el Bajo Piura a cargo de la Municipalidad Provincial.
De acuerdo con Enrique Baffi, Gerente General en PRONTE Ingenieros SAC, la construcción de estas defensas, a comparación de las del Tramo 2, construidas después del fenómeno del Niño (1984), es más rigurosa por las nuevas especificaciones y normas técnicas que demandan estos proyectos. Cabe recalcar, que este tramo se encuentra inconcluso por la mala gestión del consorcio anterior, lo cual es un peligro.
Pero, para suerte de los piuranos, las defensas del Tramo 1 ya son un hecho y están diseñadas para soportar una crecida del río de 4000 m3 por segundo, disminuyendo la vulnerabilidad de la ciudad a causa de inundaciones. Sin embargo, el trabajo no acabó aquí. Según Baffi, se debe hacer un mantenimiento periódico todos los años para evitar que el río se sedimente.
Además del mantenimiento, Baffi afirma que deben hacerse trabajos de reforestación en las partes más altas de la cuenca para que el río no se llene de sedimentos. Adicionalmente, el ingeniero resaltó la importancia de abrir una salida al mar, de lo contrario, se tendrían que hacer descolmataciones después de cada crecida del río.
“Es necesario que Piura cuente con un sistema de drenaje pluvial que permita la evacuación de aguas de las lluvias y que las pistas sean de concreto para aguantar el agua empozada, sobre todo en las cuencas ciegas”, enfatizó Baffi.
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Testimonio sobre el desborde del Río Piura
“Era un éxodo humano”, así describió Ralph Zapata Ruíz, en ese entonces periodista de El Comercio, al desborde del río Piura ocurrido el 27 de marzo de 2017 a causa de las fuertes lluvias producidas por el fenómeno del Niño.
El día del desborde, Ralph se encontraba en Catacaos y recuerda a la gente salir del río con todas sus pertenencias y abandonar sus casas. El desarrollo de este evento fue transmitido en vivo por el periodista, hasta que no pudo más y cortó la transmisión para dirigirse a ayudar.
Inmediatamente después de despedirse del casi un millón de espectadores que seguían la noticia, Ralph corrió a los brazos de una señora atrapada entre el barro y los restos de infraestructura que trajo la inundación. “En ese momento, elegí ser humano”, subrayó.
De pronto, llegó una noticia que puso en una encrucijada al periodista. Su novia, también periodista, quedó atrapada por los altos niveles del río. Ralph no sabía qué hacer, si seguir ayudando a los damnificados o ir en busca de su ahora actual esposa.
Ralph, junto con sus amigos y personal del ejército, se dirigió donde quedó atrapada su novia. Sin embargo, fue en vano. El nivel del río era tan elevado que no se podía ingresar. Aun así, horas después, el cuñado de Ralph logró rescatar a su hermana.
Durante el transcurso del día, Ralph le brindó apoyo al cuerpo del ejército y fue testigo de uno de los momentos más emotivos de la catástrofe. El periodista grabó como los efectivos del ejército rescataron a una bebé que flotaba en una batea para lavar ropa, y se la entregaron a su abuela. “Ese vídeo fue súper corto, pero en realidad fue larguísimo el proceso”, explicó.
De esta tragedia nació un sentido comunitario que ayudó a la población a sobreponerse. No obstante, Ralph Zapata enfatiza que la solidaridad comunitaria no es eterna y solo las políticas públicas, como la construcción de infraestructuras que protegen a la ciudad de la furia del río Piura, podrían prevenir otro desastre.
De acuerdo con el testimonio de Ralph Zapata, “las consecuencias de un nuevo Niño serían iguales o peores”.
Datos
- Para conocer más sobre la historia de Ralph y otros testimonios visita aquí la página web del proyecto Renacer.