Más de una docena de piuranos rezan y piden por la situación sanitaria que vive la región, a las afueras de la Basílica Catedral San Miguel Arcángel de Piura.
Como parte de las medidas del Gobierno para evitar los contagios del COVID-19, se ha dispuesto clausurar temporalmente los templos religiosos en la región. Dicha restricción no ha disminuido la fe de la población.
«Dios está presente donde sea», refiere uno de los fieles, a las afueras de la Catedral.
Hombres y mujeres de todas las edades, incluyendo a un miembro del personal médico, ponen de manifiesto su fe y encomiendan sus plegarias a Dios, a las afueras de los templos de la ciudad. Algunos de ellos dicen tener a familiares lidiando contra el mortal virus; otros, solo quieren paz en medio del caótico panorama.
Como se recuerda, Piura vive uno de los momentos más críticos en medio de la pandemia del coronavirus. Es de conocimiento público que no hay camas UCI disponibles en la región.