No sabe, no opina. El presidente Pedro Castillo no ha logrado disipar las dudas y exigencias de la población: le restó importancia a la discusión entre los integrantes de su Gabinete; si bien habló del terrorismo, evitó mencionar a Abimael Guzmán; no sabemos qué planes tiene sobre la creación de una nueva Carta Magna; no se conoce el futuro de sus ministros cuestionados; guarda silencio sobre las acusaciones contra de su premier; entre otros.
Con ello, queda clarísimo que hay un serio problema de gobernabilidad, no hay ni una pizca de liderazgo por parte de Castillo, lo cual trae de la mano una crisis económica más honda y una democracia fallida. ¿Gobierna Castillo o lo hace Vladimir Cerrón?
“Castillo debe darse cuenta de que él es el presidente, la gente ha votado por él y no por Cerrón; que se amarre los pantalones y gobierne. Parece que aún no se da cuenta de que es el presidente de todos los peruanos, que alguien le notifique”, criticó el analista político, Oscar Tuesta.
Recordó que los precios de diversos productos y servicios siguen subiendo y no se ve una política económica firme, ni coherencia dentro del Ejecutivo, con lo cual la crisis se mantiene y sería cuestión de tiempo para que la población pierda la paciencia.
Silencio que lastima
La especialista en gestión pública de la Universidad de Piura (UDEP), Juana Huaco, lamentó el silencio del presidente respecto a los temas que preocupan a la población y consideró que está incumpliendo su promesa de gobernar para el pueblo.
“Castillo no deslinda de Cerrón ni de sus ministros cuestionados. Ese silencio no ayuda a la gobernabilidad, a que tengamos bien fundamentada la democracia, más que se insiste con la asamblea constituyente, un tema que causa temor y Castillo no dice nada, pero creo que el que calla otorga”, comentó.
A su criterio, los actores económicos están ahora mirando el accionar del Congreso, puesto que parece que del Ejecutivo no obtendrán señales que den tranquilidad.
Por su parte, el exdecano del Colegio de Abogados, Manuel Palacios, dijo que el voto de confianza al Gabinete Bellido no trajo el impacto que se esperaba que tuviera en la gobernabilidad del país, concepto que está ligado a lo económico y, hasta el momento, no se ha podido ni cumplir la promesa de ratificar a Julio Velarde en la presidencia del Banco Central de Reserva (BCR).
“La ciudadanía tiene la impresión de que no hay un buen manejo de la cosa pública, y vemos una clara divisón entre castillistas y cerronistas. Todos los demócratas le piden a Castillo que gobierne”, dijo.