La inmunización de los adultos mayores de 80 años empezó ayer y, aunque esto trae una nueva esperanza para ellos y para sus familias, lamentan que este proceso se esté llevando a cabo con solo 9.360 dosis, pues en la región tenemos más de 40 mil piuranos de este grupo etario.
Algunos adultos mayores, como José Huertas (81), están siguiendo solos su camino, tras haber perdido a sus seres queridos durante la primera ola de coronavirus: “Gracias a Dios que puedo recibir la vacuna porque otros ya se han ido, como mi esposa que falleció de COVID-19 y no logró nada, pero ella vela por mí ahora. Uno recibe fuerza de la familia y también de lo que nos da el Estado”.
Otros esperan con ansias el poder reunirse con sus familias, abrazarlos sin miedo finalmente. Este es el caso de Eulalia Moscol (89), quien agradece el haber sido vacunada porque esto implicará que menos adultos mayores sigan sufriendo y, con ello, darán alegría a sus hijos; lo considera como una nueva oportunidad para seguir viviendo para sus seres queridos.
“Estoy a la espera de poder ir a visitar a mi familia, abrazarlos finalmente, aunque depende de cómo me vaya con la vacuna. Pero todos los días nos hablamos por teléfono y nos vemos por video. Tengo dos hijas, seis nietos y tres bisnietos. Esta es una esperanza para poderlos ver de nuevo”, comentó, por su parte, Angela Zapata (86), quien fue la primera en la región en recibir la dosis de la vacuna en el vacunatorio de EsSalud, ubicado en el Cero Piura.
Para Enrique Quevedo (85), es una alegría que la vacuna haya llegado a Piura y haber tenido la oportunidad de recibir su primera dosis: “Menos mal que, como soy asegurado, no he tenido ningún problema con mi vacunación. He venido a esperar por mi vacuna desde las 6:30 a.m.; mi nieta me está haciendo compañía. Todos los adultos mayores debemos vacunarnos y seguir cuidándonos. Esta es una esperanza”.
Sin embargo, otros piuranos también expresaron su deseo por la llegada de más vacunas, no solo para los adultos que no lograrán ser vacunados con este primer lote, sino para que puedan recibir su segunda dosis el próximo mes. Jorge Barreto (82), luego de recibir su vacuna en la Universidad de Piura (UDEP), la esperanza es que le han prometido su segunda dosis para el 15 de mayo y, con ello, quiere darle calma a su familia.
“El presidente [Francisco Sagasti] no puede ofrecer lo que no tiene. Esperábamos mayor cantidad de vacunas porque Piura está pasando uno de sus peores momentos. Él ya es una persona mayor, tiene experiencia y consejeros que deberían orientarlo para que no quede mal como lo hizo en Piura. Le pedimos que mande más vacunas porque aquí somos muchos los que estamos muriendo. Queremos que esto pare; ya llevamos más de un año en esta situación y los jóvenes también se están perjudicando”, manifestó.
Cabe mencionar que el proceso de vacunación continuará hasta el martes en los distintos puntos de vacunación señalados por la Dirección Regional de Salud (Diresa) en sus redes sociales. Hoy, que es día de inmovilización social obligatoria, los adultos mayores sí podrán movilizarse con sus familiares.
Priorizados
La decana del Colegio de Enfermeras, Vilma Sulca, consideró que esta vez el Estado no puede hablar de priorizaciones, como se hizo con el personal de salud (primero se vacunaron los que estaban en primera línea de batalla contra el virus), pues todos son vulnerables y la vacuna significa una oportunidad de vida para ellos, que son los más afectados por la pandemia.
“Ya no se puede priorizar, como se hizo con el personal de salud. En el caso de los adultos mayores, no se puede hacer diferencia porque todos son vulnerables. Está el compromiso de no dejar a ninguno sin vacunar y, los que no consiguieron vacuna en el primer día, podrán acercarse en los próximos días. La Diresa los tiene empadronados a todos”, expresó.
Sin embargo, también compartió su preocupación por las pocas vacunas que han llegado a la región, ya que Piura es zona de alto riesgo de contagio. Responsabilizó al viceministro de Salud Pública, Gustavo Rosell, quien es el encargo de distribuir las vacunas, y le exhortó a enviar más dosis porque “no es justo que nuestros adultos mayores vayan desde temprano a hacer su cola durante horas para que luego les digan que ya no hay vacuna. Debemos protegerlos y respetarlos”.