La proyección del Ejecutivo es tener para julio del año 2026 la ejecución en marcha de los megaproyectos del Alto Piura y del sistema Poechos. Así lo manifestó la presidenta Dina Boluarte en su último mensaje a la Nación respecto a estos proyectos que se podrían ejecutar bajo la modalidad de Gobierno a Gobierno (G2G), en la cual un país asume la gestión de las obras y contrato de las contratistas.
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De acuerdo al decano del Colegio de Ingenieros de Piura, Manuel Asmat Córdova, el plazo de tener obras en marcha para julio del 2026, es demasiado optimista y no ha tomado en cuenta la magnitud de los proyectos.
“Lo veo un plazo muy optimista. No están midiendo muy bien la magnitud de las obras. Si iniciamos en enero de 2026 [con la firma del contrato] primero hay que desarrollar ingeniería. Si bien es cierto se puede realizar a través de fast track o de ejecución en paralelo [al diseño], necesitas tener una cantidad significativa de diseños de ingeniería para poder iniciar”, comentó Asmat.
En esa línea, el especialista considera que el escenario más probable de inicio de los trabajos en Alto Piura y Poechos, sería hacia el año 2027. “Creo que lo que ha indicado la presidenta es mas bien un anuncio más político que técnico”, aseveró.
¿Cuáles son los plazos de ambos megaproyectos?
Cabe precisar que el Gobierno Regional de Piura y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) firmaron un convenio para usar la modalidad de Gobierno a Gobierno (G2G) y así sacar adelante estos dos megaproyectos.
Para mediados de octubre se espera que la comisión del Midagri elija al país ganador entre los ocho que mostraron interés. Se trata de Países Bajos, Canadá, Portugal, España, Reino Unido, Corea, Japón y China.
Una vez seleccionado el país, se estima que entre diciembre próximo y enero del 2026, se firme el contrato con el ganador. Este país se encargará de los estudios y de licitar los diversos componentes de los proyectos.
De acuerdo al gobernador Luis Neyra, todo está encaminado y dentro de los cronogramas establecidos por el Midagri.
“Cuando se hace un contrato G2G hay un compromiso como Estado peruano para el financiamiento del mismo; por eso es que todas las presentaciones [de los proyectos] se hacen a través de Cancillería. Si se tiene que hacer un endeudamiento se tendrá que asumir con la finalidad de que se haga realidad estos importantes proyectos”, comentó el gobernador regional, Luis Neyra.
Modalidad de ejecución con menor riesgo
De otro lado, Asmat sostuvo que bajo esta modalidad de ejecución existe un menor riesgo de paralización. Recordó que el proyecto Alto Piura se paralizó en dos ocasiones por dos arbitrajes con la empresa contratista.
“Como en todo proyecto existe un nivel de riesgo, pero la importancia de ejecutarlo mediante la modalidad de G2G radica en el empleo de los contratos NEC o en general de contratos colaborativos. Ese tipo de contratos incluyen cláusulas de resolución de controversias que evitan que el proyecto se paralice. Alto Piura paralizó por dos arbitrajes; ahora mas bien vamos a tener una herramienta contra esa causal de paralización”, aseveró el decano del CIP.
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