Las consecuencias de la arbitrariedad de la premier Mirtha Vásquez al cerrar cuatro proyectos mineros en el país empiezan a sentirse, a pesar de haber dado marcha atrás en las últimas horas.
A las pérdidas millonarias de la minera Hochschild Mining y su caída en la Bolsa de Londres, otra minera como Newmont Corp anunció la suspensión por tiempo indefinido de una inversión de 2 mil millones de dólares del proyecto Yanacocha Sulfuros en el sur del país.
Lo curioso es que el mismo ministro de Economía, Pedro Francke, según sus proyecciones, contaba con esta inversión que se iniciaría con US$500 millones en el 2022; un generoso aporte no solo para el PBI -que recibe anualmente 10% por minería-, sino por la generación de empleo en un año en que la COVID-19 ha hecho estragos en la economía peruana.
¿De dónde sacará dinero el gobierno de Pedro Castillo para los programas sociales como Qali Wuarma, Pensión 65, bonos, etc., si está matando a la gallina de los huevos de oro? Es evidente que el doble discurso e incompetencia del gobierno en el tema minero no se perdona fácilmente, y son estos yerros lo que genera incertidumbre e inestabilidad económica.