Por: Eduardo Benavides
El meteorólogo del Senamhi, Nelson Quispe, informó que si se mantiene la tendencia de aumento de la temperatura del mar hasta el umbral de los 26 grados, es posible que las lluvias del fenómeno “El Niño” inicien en enero del 2024.
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Con este valor, la atmósfera se desestabiliza y se generan todas las condiciones para la precipitación.
“Viendo la tendencia es muy posible que hacia la primera semana de enero del 2024 es muy probable que lleguemos a ese valor de 26 grados. Eso nos indica que la posibilidad de ocurrencia de lluvias es más alta. Los valores de la temperatura ya van en ese camino”, destacó.
En la actualidad, los valores de la temperatura del agua de mar varía entre los 22 y 23 grados.
“La única posibilidad de que atenúe de alguna forma es justamente el Anticiclón del Pacífico Sur […] que no permite que se eleven tan drásticamente las temperaturas”, añadió.
¿Lluvias intensas?
De otro lado, el especialista informó que ahora tanto El Niño Costero como El Niño Global están en nivel de magnitud fuerte.
Dejó en claro que esta magnitud no tiene relación directa con la intensidad de las precipitaciones que se registrarán en Piura.
“Hasta el momento no existe un índice que nos diga sobre los efectos, sino solo sobre el calentamiento de la temperatura superficial del mar”, añadió.
Cabe indicar que el último pronóstico del Senamhi para el verano 2024 es que no se descartan lluvias muy fuertes en Piura.
“[En la costa norte] se prevé que las lluvias estén por encima de lo normal, con una probabilidad del 46 %, y como segundo escenario, se espera que las lluvias estén dentro de lo normal con un 32 % de probabilidad. No se descartan eventos de lluvias muy fuertes”, indican.
Quispe recordó que la precipitación más intensa que se tenga registro es de 75 milímetros en una hora durante El Niño Costero del año 2017.
Esto implica que durante una hora cayeron 75 litros de agua sobre una superficie de un metro cuadrado.
En relación a la sierra de Piura y Cajamarca se prevé que las lluvias estén superiores a lo normal, con una probabilidad de ocurrencia del 42 %, seguido de un escenario de lluvias en niveles normales, con una probabilidad del 35 %
Tampoco se descarta la ocurrencia de eventos fuertes que afecten a la población de la zona. En esa línea se recomendó a las autoridades evaluar los riesgos.
