En una entrevista exclusiva a El Tiempo, el periodista y antropólogo, Jaime de Althaus, se refirió a la visita de la Comisión de Alto Nivel de la OEA a nuestro país donde se reunieron con representantes de los tres poderes del Estado y otros organismos a fin de conocer la situación real del país.
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– ¿Cuál es su análisis de la visita de la Comisión de Alto Nivel de la OEA a nuestro país en estos dos días de reuniones?
En primer lugar, creo que la misión de la OEA debe haberse llevado una gran sorpresa porque el Consejo Permanente decidió venir al Perú respaldando la posición del Gobierno que sostenía que había una nueva modalidad de golpe de Estado llevada a cabo por la Fiscalía de la Nación y el Congreso, confundiendo las actividades constitucionales de esos dos organismos, eso evidentemente fue un engaño.
Entonces, cuando la misión de la OEA ha llegado a nuestro país, se ha enterado de cuál es la verdad por la Fiscal de la Nación y los representantes de los diferentes sectores, quienes les han informado de la cantidad de acusaciones y casos de corrupción en los que estaría envuelto el presidente Castillo.
–¿Fue una mala estrategia del Gobierno solicitar que se active la Carta Democrática Interamericana?
Fue una estrategia audaz que forma parte la estrategia de victimización del Gobierno, aludiendo que es un hombre del pueblo y por eso lo quieren sacar del poder. Al final, el tiro le puede salir por la culata.
– ¿Qué recomendaciones debería dar la OEA en su informe final?
La primera recomendación que tendría que hacer al presidente Castillo es que aclare las acusaciones y denuncias de corrupción que tiene, que responda, rinda cuentas y aclare a la población y sino lo hace, entonces que presente su renuncia, porque no se puede tener a un presidente con imputaciones de esa magnitud sin que haya ninguna clase de aclaración.
Seguramente van a exhortar al diálogo como si fuera un asunto de pugna política irracional entre el Ejecutivo y el Congreso cuando no es eso, estamos hablando de acusaciones de corrupción de por medio y de incompetencia de muy malos nombramientos que son los que están ocasionando el problema.
– ¿Un llamado al diálogo no serviría de nada?
Podría servir si condujera a dos resultados, uno sería que ocurra lo mismo que ocurrió con la misión de la OEA que vino en los últimos meses del gobierno de Fujimori donde se formó una mesa de diálogo que acordó el adelanto de elecciones; es decir, la salida del presidente y el recorte del mandato del Congreso para lo cual se hizo una modificación constitucional para hacerlo posible y también se acordó dar una nueva ley electoral, algo que están pidiendo ahora, una reforma política antes de ir al nuevo proceso.
– ¿Conformar una mesa de diálogo para acordar un adelanto de elecciones, daría resultado?
Sería un resultado positivo pero lo veo muy difícil porque ni el Gobierno ni los congresistas quieren irse.
Lo otro sería que el diálogo pueda conducir a una suerte de acuerdo político para que el presidente Castillo designe a un primer ministro independiente y empoderado que pueda convocar a un gabinete de ministros calificados que puedan comenzar la recuperación de la tecnocracia estatal, la recuperación económica y recuperación del país. Claro está que el presidente seguramente tampoco va a querer algo como esto y aun si quisiera, la pregunta es quién va a querer asumir una responsabilidad de ese tipo con un presidente que tiene acusaciones de corrupción.
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