El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunció la remoción inmediata del director y subdirector del penal de Piura luego de que se confirmara la fuga del interno Krisman Nizama Ponce, un procesado por el delito de extorsión. El hecho, ocurrido el domingo 19 de octubre de 2025, ha encendido las alarmas en el sistema penitenciario peruano y provocado una serie de medidas urgentes por parte de las autoridades.
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Fuga en el penal de Piura: los hechos confirmados por el INPE
Según el comunicado oficial del INPE, la fuga se produjo alrededor de las 6:30 de la mañana, cuando el personal de seguridad del establecimiento penitenciario reportó la ausencia del interno que se encontraba en el área del tópico. Nizama Ponce, de 31 años, estaba en dicho ambiente por encontrarse bajo tratamiento psiquiátrico.
De inmediato, el personal penitenciario activó los protocolos de seguridad internos y se inició una búsqueda exhaustiva dentro y fuera del recinto carcelario. Sin embargo, las primeras pesquisas no arrojaron resultados positivos.
Acciones inmediatas tras la fuga en Piura
El INPE informó que el caso fue notificado al Ministerio Público y a la Policía Nacional del Perú (PNP), instituciones que ya se encuentran trabajando en la recaptura del interno y en la investigación de las circunstancias que facilitaron su huida.
“El presidente del INPE ha dispuesto la remoción inmediata del director y subdirector del Establecimiento Penitenciario de Piura”, señala el documento oficial difundido por la entidad. Además, la Oficina de Asuntos Internos se trasladó al penal para realizar las indagaciones administrativas correspondientes y determinar las responsabilidades internas del personal involucrado.
¿Quién es Krisman Nizama Ponce, el interno fugado del penal de Piura?
Krisman Nizama Ponce, de 31 años, se encontraba recluido por el delito de extorsión, uno de los crímenes más vinculados al incremento de la inseguridad en la región norte del país. Su condición de paciente psiquiátrico habría permitido su permanencia temporal en el tópico del penal, una situación que, según fuentes del sistema penitenciario, fue aprovechada para concretar la fuga.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si existió complicidad interna en el escape, aunque no se descarta esta posibilidad debido a la dificultad de evadirse de un penal de mediana seguridad como el de Piura.
La remoción del director y subdirector forma parte de un conjunto de acciones que buscan restablecer el orden institucional y reforzar los mecanismos de control penitenciario. El INPE señaló que continuará aplicando su “principio de autoridad, orden y disciplina” en todos los establecimientos penitenciarios del país, con el fin de evitar que hechos similares se repitan.
Además, se ha ordenado una revisión integral de los procedimientos de seguridad en el penal de Piura, especialmente en las áreas médicas y de atención psicológica, que suelen ser espacios más vulnerables ante eventuales intentos de fuga.
Reacciones tras la fuga en el penal de Piura
La noticia de la fuga ha generado preocupación entre las autoridades locales y los ciudadanos de Piura, quienes han solicitado una respuesta contundente para reforzar la seguridad penitenciaria y evitar nuevos casos de evasión. Varios congresistas y autoridades regionales han pedido explicaciones al INPE y al Ministerio de Justicia por las condiciones de control en los penales del norte del país.
Por su parte, representantes del sector Justicia aseguraron que se está brindando todo el apoyo logístico y operativo a la Policía Nacional para lograr la pronta recaptura del fugitivo. También se evalúa la implementación de nuevas medidas tecnológicas de vigilancia, como cámaras adicionales y controles biométricos.
Fuga en el penal de Piura
El incidente en el penal de Piura se suma a una serie de dificultades que enfrenta el sistema penitenciario peruano, entre ellas el hacinamiento, la falta de personal especializado y las deficiencias en infraestructura. Estas condiciones aumentan el riesgo de incidentes graves, como fugas o motines, especialmente en regiones con alta concentración de internos procesados por delitos de crimen organizado.
De acuerdo con datos del propio INPE, el penal de Piura alberga a más de 2,000 internos, superando ampliamente su capacidad original. Las autoridades han reconocido que el control de la población penitenciaria es un desafío constante, que requiere coordinación interinstitucional entre el Ministerio de Justicia, la Policía Nacional y el Poder Judicial.
En su comunicado, el INPE reafirmó su compromiso con la transparencia y la responsabilidad institucional. La entidad indicó que informará oportunamente sobre los avances de las investigaciones y las medidas disciplinarias que correspondan contra los funcionarios o agentes penitenciarios implicados.
“El INPE mantendrá su compromiso con el principio de autoridad, el orden y la disciplina en todos los establecimientos penitenciarios del país”, enfatiza el comunicado oficial, subrayando la importancia de fortalecer la seguridad en los penales del norte, especialmente en Piura.
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