La Fiscalía tiene en la mira al ex gerente general del GORE, Jesús Torres, por el caso de las cartas fianza falsas del hospital de Máncora, luego de escuchar los testimonios incriminatorios de sus exfuncionarios detenidos el 17 de mayo.
Esto y las versiones de colaboradores eficaces, fortalecieron la decisión del fiscal José Jiménez para organizar una segunda redada de detenciones.
Tras autorización judicial, ayer se dispuso la detención preliminar del abogado y otros seis implicados. Luego de la incursión, solo cuatro fueron detenidos.
Torres, su asistente personal y un presunto intermediario quedaron en calidad de no habidos.
Sin embargo, por la tarde, un oficio ingresó al despacho del fiscal en el cual Torres decía que su actual ubicación era una clínica en Trujillo debido a su delicado estado de salud.
¿Pero qué dijeron los funcionarios que incriminaron a Torres?
El apurado
El principal testimonio lo brindó el exdirector de obras, Juan Távara Elías.
Con la inminencia de la prisión preventiva, que purga ahora en Río Seco por 18 meses, el ingeniero se sinceró con los fiscales.
“Debo indicar que este funcionario tenía apuro y que quería tranquilizar a los demás y estos puedan dar trámite al adelanto de materiales sin temor […] que eran algo de 8 millones”, dijo en su testimonial.
El adelanto de materiales era el segundo pago a favor del consorcio constructor MNDC, integrado por las empresas MNDC Constructores y Logística SAC y Masedi Contratistas Generales SA, a cargo del centro de salud de Máncora, valorizado en S/40 millones.
El primer pago con cartas fianzas falsas se hizo en marzo bajo el concepto de adelanto directo y ascendió a S/4 millones.
Lo que narra Távara sucedió tras destaparse el escándalo de la falsificación en el primer pago. A pesar de ello, se seguía apurando el segundo desembolso por S/8 millones.
“Tuve conocimiento que las cartas fianzas a nombre del banco Interbank iban a ser reemplazadas por otras nuevas, lo mismo que ya había sido coordinado por la Gerencia General a cargo de Jesús Torres […] Era como si me dijeran: ‘tranquilo esas son las verdaderas”, declaró Távara ante el fiscal.
Pese a lo dicho, estas nuevas cartas de la financiera Secrex Cesce, también resultaron falsas.
La asistente
Otro elemento que cambió la suerte de Torres fueron los abundantes mensajes de Whatsapp que su asistente, Julliana Ballivian, se encargó de dejar a los funcionarios encargados de tramitar los pagos de los adelantos.
Hasta el cierre de edición ella seguía no habida.
“Ing. El adelanto de materiales de Máncora, favor de darle trámite. Por favor ingeniero no lo vaya a dejar de lado. Por una foliación no podemos retener un expediente”, refiere uno de los mensajes.
Incluso, las versiones apuntan a que Ballivian y otra secretaria, en proceso de identificación, acudían a las oficinas a monitorear.
“Apúrese ingeniero”, era su consigna en referencia al caso Máncora y otros trámites para los colegios de Laynas y La Campiña.
Estos mensajes fueron recabados por la Fiscalía durante la incautación de los celulares a los detenidos el pasado 17 de mayo.
En esa ocasión se dictó detención preliminar contra Carlos Palacios Mesa (exgerente de Infraestructura), José Tafur Guivin y Edwarth Garcés Colupu (miembros del comité especial).
También se dictó detención contra Juan Távara, Richard Gonzales Alcedo y Omar Morales Alvarado.
Gonzáles recibió comparecencia junto al empresario Godofredo Cardoza.
Távara, Garcés y Morales cumplen 18 meses de prisión, mientras que Palacios y Tafur están como no habidos y con orden de captura.
El intermediario
Además de la asistente personal Julliana Ballivian, un nuevo personaje de la trama sería el presunto intermediario Edgar Baca Palacios.
Con el apoyo de colaboradores eficaces, que revelaron sus diálogos en Whatsapp, se conoció la función de Baca, ahora prófugo.
En su diálogo con los representantes de la empresa a cargo de la obra de Máncora, hace exigencias de dinero, camionetas y otras gollerías.
Esto a cambio de información privilegiada, un reporte detallado del trámite de pagos y hasta la hoja de ruta que debían.
Hay registros de pedidos de dinero desde S/10.000 que debían ser entregados en los patios de comidas de conocidos centros comerciales, hasta de depósitos de S/300.000, pero a nombre de empresas.
Incluso hay registro del pedido de una camioneta Raptor valorizada en más de US$ 36.000.
Al cierre de esta edición, con oficio enviado a Fiscalía, Torres se ponía a derecho y revelaba su ubicación.
“Estoy internado en la clínica “San Luis Asistencial Docente” de Trujillo, debido a mi delicado estado de salud”, se lee.
En tanto, el gobernador lo retiró del cargo de gerente del Chira Piura, dándole las gracias por el servicio.