La inseguridad golpea con fuerza a los mercados de Piura. Extorsiones mediante pagos digitales, amenazas y reducción de horarios han transformado el comercio local, afectando tanto a vendedores como a consumidores.
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La presidenta del mercado de Piura, Angélica Palomino, advirtió que la criminalidad actual ha generado un clima de temor similar al vivido en épocas pasadas, aunque con métodos distintos.
Más del 80% de comerciantes utiliza Yape y otras billeteras digitales. Este sistema, vital para las ventas diarias, se ha convertido en herramienta para extorsionar. Mensajes intimidatorios con amenazas contra familiares y negocios han obligado a los vendedores a reforzar medidas de seguridad sin dejar de operar con pagos electrónicos.
La inseguridad también impacta en la clientela. Muchos consumidores reducen sus visitas por temor a robos o extorsiones, lo que disminuye ingresos y obliga a los comerciantes a recortar personal.
“El comerciante pequeño vive con miedo todo el día”, expresó Palomino.
Ante este escenario, la mayoría de puestos ha optado por cerrar más temprano. Si antes atendían hasta las 8:00 p. m., hoy bajan las puertas alrededor de las 6:30 p. m. Además, varias familias han cerrado definitivamente sus negocios, afectando la contratación de jóvenes en búsqueda de empleo.
Palomino resaltó también el crecimiento del comercio informal. Piura cuenta con 52 mercados formales, cifra inferior a otras regiones, situación que impulsa la venta ambulatoria.
“El ambulante no lo hace por gusto, sino por falta de apoyo para formalizarse”, señaló.
Ante esta situación, los comerciantes demandan mayor presencia policial en mercados durante la tarde y noche.
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