Analistas consideran que sería más factible una coalición entre los grupos de derecha, a menos que Pedro Castillo esté dispuesto a ceder.
Los resultados preliminares de este enfrentamiento por el sillón presidencial nos rememoran a lo ocurrido en las elecciones congresales 2020: el inesperado ascenso de Pedro Castillo (Perú Libre) es equiparable al desempeño que tuvieron agrupaciones como Frepap y UPP. ¿Un voto de rechazo a la política tradicional?
Tal vez, pero ahora toca dirigir la atención a qué agrupaciones podrían llegar a un acuerdo, ahora que -tras el conteo rápido de Ipsos- Keiko Fujimori perfila como la otra candidata para la segunda vuelta.
Para los analistas, el panorama podría estar mucho más claro para los grupos de derecha que para los de izquierda si recordamos que Verónika Mendoza perdió simpatizantes luego de que tratara de aliarse, en las elecciones pasadas, con Vladimir Cerrón, líder del partido del lápiz.
Pero también es cierto que los votantes de Mendoza difícilmente apoyarían a Fujimori. Mientras que, por la derecha, hay mayores simpatías ideológicas entre Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular.
Para el exsecretario de Transparencia, Gerardo Távara, es evidente que los mencionados partidos de derecha tienen puntos en común: defensa del libre mercado, promoción a la empresa privada y defensa de la Constitución del 93; sería Perú Libre el grupo que tendría dificultades para ganar votantes, a menos que ceda y encuentre un punto menos radical.
“En el centro y centro izquierda, podría haber una aproximación entre el Partido Morado, Victoria Nacional y Juntos por el Perú, pero veo un poco más difícil que este último y Perú Libre se unan. Podrían condicionar su apoyo a Castillo, a cambio de que renuncie a algunas posturas extremas. Para llegar a acuerdos todos tienen que renunciar algo”, comentó.
Por su parte, el especialista en opinión pública de la Universidad de Piura (UDEP), Fernando Huamán, opinó en el mismo sentido: habrá incertidumbre sobre las alianzas políticas que alcance Castillo, puesto que Fujimori tendrá un panorama más amable.
“La gran incógnita está en cuáles van hacer las alianzas que organice Castillo, pues tiene una particularidad al voto de izquierda que capitaliza Verónika Mendoza, pero en el aspecto social es bastante conservador de tipo cultural, en comparación con López Aliaga, que es conservador de base religiosa”, indicó.
Asimismo, se cuestionó si los votantes de López Aliaga serán capaces de mirar con buenos ojos al conservadurismo funcional de Castillo. El problema con esta posible alianza estaría en el campo económico, por ser antagonista.
Huamán precisó que, al pasar Fujimori a la segunda vuelta, la hoja de ruta que firme Castillo será una que capitalice el antivoto fujimorista, y aquí influiría también la posición que tome Lescano.
Para el constitucionalista, Víctor García Toma, las alianzas en la segunda vuelta serán necesarias: “En la derecha será mucho más fácil ponerse de acuerdo por tener una visión más pragmática; así es con Hernando de Soto, Keiko Fujimori o López Aliaga. Habrá un esfuerzo por impedir que Castillo avance, por tener serias limitaciones en su discurso, que se verá más reflejado en la zona urbana”.
Cabe mencionar que, en el conteo rápido de la ONPE al 11%, los resultados se muestran de la siguiente manera: Pedro Castillo (15,811%), Hernando de Soto (14,478%), Rafael López Aliaga (13,131%), Keiko Fujimori (12,187%) y Yonhy Lescano (8,947%).
Elección de Castillo
García consideró que lo que influyó en la elección de Castillo ha sido la pérdida del empleo como consecuencia del mal manejo económico, además del fracaso de los dos últimos gobiernos en garantizar los servicios básicos de salud y seguridad ciudadana.
“Eso aleja al ciudadano del Estado y lo arroja a las opciones más radicales. Ver a Castillo ha sido una sorpresa no muy agradable, pero que tenemos que aceptar como una realidad, en la medida que ha logrado sintonizar con la rabia, la emoción y el desprecio de un pequeño sector de la ciudadanía”, sostuvo.
Mientras que Távara opinó que esto podría deberse a lo que este personaje simboliza: ganó visibilidad luego de que liderara la huelga nacional de maestros en 2017.
“Representa a un grupo muy afectado, que son los maestros, y que tiene una gran influencia; representa a las zonas rurales o ciudades intermedias que sienten malestar con la política y que buscan algo distinto”.
Pese a estas consideraciones, García vio posible que se haya hecho crecer a Castillo, por ser mucho más fácil de vencer que Mendoza. A su criterio, el candidato de izquierda no podría ganar en segunda vuelta porque su mensaje extremista lo hace perder habilidades políticas para liderar un país, a lo que se le suma su presunta relación con Movadef.
Golpe económico
El presidente de la Cámara de Comercio, Javier Bereche, señaló que un punto preocupante en los próximos días será el incremento del dólar y la caída en la bolsa de valores, que podrían reaccionar negativamente al candidato de izquierda radical.
“Castillo propone el cierre de la industria minera, la revisión de los contratos con las transnacionales, la eliminación del sistema de administración de fondo de pensiones, una nueva constitución, la eliminación del Tribunal Constitucional… Es muy duro y podría traer una sensación de incertidumbre en todos los actores económicos. Aquellos que están invirtiendo o que están por hacerlo podrían irse”, aseveró.