Expertos denuncian uso de métodos obsoletos para proyectos de drenaje pluvial en el norte del Perú. Recomiendan emplear sistemas modernos.
Las consultoras internacionales encargadas de diseñar los sistemas de drenaje pluvial en seis ciudades del norte del Perú, con inversiones millonarias, estarían priorizando métodos constructivos tradicionales en lugar de tecnologías modernas que reducirían significativamente el impacto en la población.
Así lo advirtió la Asociación Peruana de Túneles y Obras Subterráneas (Aptos), que, mediante un comunicado, alertó sobre los trabajos de drenaje pluvial en Chiclayo, Trujillo, Sullana, Talara, Tumbes y Paita. Estos proyectos, gestionados por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), contemplan la apertura de zanjas, una técnica que implica cierre de vías, ruido, polvo y tiempos de ejecución prolongados.
“La falta de implementación de estas tecnologías modernas en los proyectos de ANIN podría resultar en años de caos vehicular, pérdidas económicas para comerciantes y malestar general en la población de estas seis ciudades durante la ejecución de las obras”, advierte el comunicado.
La entidad considera especialmente preocupante la situación en ciudades como Piura, Chiclayo y Trujillo, donde la ejecución de los proyectos de drenaje pluvial es urgente debido a la amenaza del Fenómeno El Niño.
“Los expedientes técnicos en elaboración especifican métodos tradicionales que podrían paralizar estas ciudades durante años”, subraya el pronunciamiento.
Alternativas
Aptos menciona que existen tecnologías modernas en el país, conocidas como “tecnología sin zanja”, que permiten instalar tuberías subterráneas con mínima intervención superficial.
“Estas técnicas, como pipe jacking y microtúneles, ya son utilizadas exitosamente en países desarrollados y ofrecen ventajas significativas”, destaca Aptos.
Entre los beneficios de estos sistemas figuran la reducción del 30% en emisiones de dióxido de carbono, disminución del 80% en impactos ambientales y sociales, reducción del 70% en accidentes de obra, ahorro del 25 % en costos directos de construcción y menor tiempo de ejecución.
“Hacemos un llamado a la ANIN y a las consultoras para que reconsideren urgentemente los diseños propuestos”, concluye el documento.