En la cama 29 del hospital Cayetano Heredia, amanecer con vida es para Violeta Haydé Palacios Palacios un triunfo diario. Increíblemente, sin embargo, lograr que le actualicen su DNI, necesario para hacer sus trámites como ciudadana, le está resultando más difícil que vencer interminables semanas de agujas, sueros y catéteres.
Estar hospitalizada y tener el DNI vencido no anula el derecho a revalidarlo, más aún en pandemia para alguien con diabetes y poliomielitis. Sin embargo, según el sacerdote Juan Hernández, ella sigue esperando este documento desde el año pasado.
Su pedido es simple: dado que ella no puede ir a las oficinas de Reniec por su gravedad, pide que los técnicos de la entidad validen su huella digital y se le expida su nuevo DNI, lo necesita para un trámite notarial, como cualquier peruana.
A pedido del sacerdote y del jefe de Defensoría del Pueblo en Piura, César Orrego, el pasado 27 de noviembre, personal de Reniec acudió a su vivienda para la verificación, toma de huella y llenado de datos.
Según documentos a los que accedió El Tiempo, la funcionaria de Reniec Piura, Geraldine Salazar, informó que se tramitaría el caso como “especial” en la sede central de Lima. Sin embargo, según Defensoría, hasta el 1 de diciembre, la respuesta oficial fue que el trámite del DNI 03303452 -ficha de atenciones especiales 90047285- se encuentra en la Oficina de Digitalización (sede central Lima).
Hasta el lunes, a esta paciente con diagnóstico “reservado” aún no se le daba solución, lamentó el sacerdote Hernández.
