Si le dieran un superpoder por un día a María Jesús, una niña de 16 años del Centro Poblado de Malingas, del distrito de Tambogrande en la región Piura, ella quiere tener quiere tener los medios para construir un puente en medio de la quebrada San Francisco, para que cuando ocurran las lluvias su comunidad no se quede aislada.
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“Me gustaría tener ese superpoder de poder ayudar a las personas en ese tipo de emergencias”, indica la menor.
El pedido de María Jesús es una respuesta al problema que afrontan todos los años los pobladores de Malingas. Durante las lluvias intensas que ocurren en la región Piura, más de 15 mil personas quedan aisladas por la activación de las quebradas y todos los años alguien pierde la vida tratando de cruzar de un lado a otro.
El Centro Poblado de Malingas queda aislado con la activación de las quebradas por las intensas lluvias en Piura/Foto: Cortesía
Ella es una niña, que en lugar de pedir alguna cualidad fuera de este mundo, quiere una mejor calidad de vida para su familia, sus amigos y todos sus vecinos ¿Por qué una niña, que debería preocuparse por crecer sana y estudiar, quiere construir un puente para que su pueblo no se quede aislado?
Porque ella es consciente de los problemas que rodean a su comunidad y ha decidido que quiere hacer algo, y por el Día de la Niña, conversamos con ella, para conocer cuál es la situación de las niñas, niños y adolescentes de Piura que viven en lugares vulnerables ante los desastres naturales.
Niñas seguras y sin miedo
Son muchos los riesgos que atraviesan las niñas en el Perú, casos de violencia de género como el acoso, y en situaciones de emergencia en donde es más complicado el acceso a la educación y a la salud. Solo en el 2023, el 93,5% de las víctimas de abuso sexual fueron niñas y adolescentes mujeres.
Ante este panorama es importante que las niñas sepan identificar cuáles son las situaciones que las ponen en riesgo y enseñarles a que pese a todo es importante hablar sobre sus preocupaciones.
“Las niñas de mi comunidad ya no tenemos miedo a expresarnos, tenemos metas claras y pensamos en nuestro futuro”, me cuenta María Jesús.
Con la ayuda de Plan International, ella y un grupo de niñas pudieron conversar con el alcalde de Malingas y hablar sobre sus preocupaciones. Le hablaron de los lugares que no tienen alumbrado público que las hace sentir inseguras y cómo eso supone un riesgo no solo para ellas sino para toda la comunidad.
María Jesús, una niña piurana de Malingas/Foto: Plan Internacional
“Hablamos con nuestro alcalde, sobre esto que como niñas nos causa inseguridad, pero no hubo un cambio”, comenta María Jesús.
Al identificar las situaciones que atentan contra su integridad estas niñas están alzando la voz ante un problema que existe en su comunidad, el acoso callejero. Pero saben que es importante que las personas que nos gobiernan hagan algo para sentirse más seguras.
“Necesitamos el apoyo de las autoridades, ellos piensan que las niñas viven en su mundo de flores, pero las niñas tenemos los pies bien puestos en la tierra y sabemos la realidad que existe en nuestra población y queremos un cambio, pero para ese cambio no contamos con el apoyo de nuestras autoridades”.
Sobre todo, cuando está en su poder gestionar los cambios que beneficien a todo el pueblo. En Malingas, un cambio que todos los pobladores esperan desde hace muchos años es la instalación de un puente para no quedarse aislados.
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Un pueblo que queda aislado todos los años
Malingas es una comunidad tiene más de 15 mil habitantes, es un pueblo con un gran potencial para el agro, pero todos los años sufre terriblemente las consecuencias de las intensas lluvias del Fenómeno de El Niño.
La activación de las quebradas bloquea la vía que une al Centro Poblado con el distrito de Tambogrande, por lo que los pobladores se ven obligados a arriesgar su vida atravesando la quebrada en sus vehículos, en llantas o en animales de carga para poder cruzar.
La última emergencia por el ciclón Yaku, la comunidad estuvo aislada casi un mes y soportó 20 días sin recibir ningún tipo de ayuda del Gobierno.
“El ciclón nos afectó de muchas maneras, sobre todo en lo económico, porque en Malingas compramos los alimentos en Tambogrande, y cuando quedamos aislados no podemos ir a comprar, los que quedan en el pueblo los venden a precios muy elevados”, recuerda María Jesús.
Pobladores de Malingas arriesgan sus vidas al cruzar la quebrada/Foto: Facebook
Las emergencias ponen en riesgo sus estudios
En el caso de los estudios, los niños y las niñas de Malingas que tienen que viajar a Tambogrande para ir al colegio no pudieron ir durante un mes, las intensas lluvias no daban tregua y es muy peligroso cruzar la quebrada.
“No fui como un mes al colegio, los que viven en Tambogrande siguen llevando sus clases, pero los que somos del campo nos afecta porque ya perdimos esos meses y ya no los podemos recuperar”, lamenta la adolescente.
El hecho de no poder ir al colegio supone una afectación a sus derechos y aunque el problema ha sido identificado ¿Qué se está haciendo para cambiar estas realidades?
Con la campaña #NiñasSeguras de Plan International, se busca destacar la importancia de incluir a la niñez en las decisiones sobre políticas climáticas y de preparación ante emergencias.
Es por eso que María Jesús quiere tener el poder de construir ese puente, porque ha vivido en carne propia los terribles estragos de las lluvias, su casa se inundó y muchas amigas suyas lo perdieron todo afectando así su futuro.
Futuro. Una palabra tan grande que en ocasiones puede causar ansiedad o anhelo, pero en el caso de María Jesús se trata de un compromiso. Ella ve con mucha preocupación como año tras año las crisis ocasionadas por los desastres naturales ponen en riesgo el futuro que ella y todas las niñas de Malingas quieren construir.
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