Tras muchas décadas cultivando arroz, algunos agricultores de Lágrimas de Curumuy (Medio Piura) han optado por la producción y exportación de banano orgánico.
Dejar atrás el tradicional cereal, les ha permitido ofrecer su producto a mercados locales y extranjeros.
Las grandes fluctuaciones de precios del arroz, bajos ingresos y altos costos de producción, falta de agua, drenes y salinización de los suelos son algunas de las motivaciones para optar por la producción de banano orgánico, desde el 2014. Señalan que en sus primeras cosechas sufrieron cuantiosas pérdidas por el desborde del río que arrasó con sus cultivos.
Ese año se formalizó la cooperativa de banano orgánico Coopapbosf con 15 productores a los que se fueron sumando más socios al ver la rentabilidad que les genera el banano orgánico, el “oro verde” como lo llaman muchos productores bananeros.
En 2017 enfrentaron nuevas pérdidas, el río Piura destruyó sus cultivos “ahogándolos por exceso de agua”, comentó Ronald Silva Chávez, Jefe del área técnica de la cooperativa.
La perseverancia de los productores superó la adversidad. Con ganas de recuperar lo perdido, empezaron con más fuerza una nueva producción desde el 2018. Poco a poco se han sumado más parceleros, las hectáreas de banano van en aumento y con ello la exportación, demostrando que sí era posible otra agricultura en estas tierras.
Cuentan que han tenido que adaptarse a esta nueva agricultura que demanda inversión y tiempo, para ello han conformado grupos que trabajan con asociaciones y cooperativas para recibir asesoría técnica que les permita una mejor producción.
A más seis años de haber emprendido el camino, se ha demostrado que la producción de banano ya es parte de la agricultura local, siendo la principal razón la sostenibilidad que se puede alcanzar si esta tiene una buena asistencia técnica.
Al comprobar las ventajas, algunos agricultores han dejado de trabajar en las empresas privadas y pueden solventar sus necesidades siendo “sus propios jefes” y su calidad de vida familiar ha mejorado económicamente.
Desde el 2018 en adelante los socios empezaron a sembrar de nuevo sus cultivos de banano hasta la actualidad, contando con un total de 106 productores y 120.71 hectáreas instaladas y se siguen incorporando más socios. Han logrado adquirir un camión para transportar el producto al centro paletizado para embarque y desembarque de cajas, también cuentan con oficinas para el personal administrativo y movilidad para los técnicos de campo.
“Exportamos 5 a 6 contenedores semanales a diferentes países como es Japón y EEUU, tenemos certificación orgánica Global Gap”, puntualizó Ronald Silva.